Ariel Salas volvía de su trabajo en la Ciudad de Buenos Aires, estaba casado y tenía una hija pequeña. Bajaba de un colectivo cuando un escopetazo le atravesó la cara. Su historia, junto a la de otras 38 víctimas de la brutal represión policial que se llevó adelante durante el estallido social de diciembre del 2001, reflota a días del 20 aniversario del suceso.

Así, en La García, se está desarrollando un repaso por su historia a partir del testimonio de sus familiares en el documental 39, las víctimas del 2001, estrenado en 2017, con dirección de Ayelén Velázquez y producción ejecutiva de Celeste Del Bianco.

El caso de Salas tiene una particularidad: fue el primero de los que llegó a juicio y sentar en el banquillo de los acusados a los responsables.

Su muerte fue tratada en el tribunal junto a la de Damián Vicente Ramírez, un estudiante de 14 años que estaba ese mismo día en su casa del barrio 22 de Enero, en Ciudad Evita, partido de La Matanza, cuando lo mató el disparo de una nueve milímetros.

Por las muertes, en 2007 el Tribunal Oral de La Matanza condenó al empresario Luis Mazzi y a su custodio, el ex agente de Prefectura Bernardo Joulie, a quince y seis años de cárcel, respectivamente. Fue la primera sentencia por los hechos ocurridos en diciembre de 2001.

El relato del hermano de Salas

Sabía, sabía todo. Era muy inteligente. 31 años tenía mi hermano. Ariel era muy buen padre se preocupaba mucho por su hija. Era muy divertido. Era el reír de la familia. El más chistoso. Era muy, muy compañero mi hermano. Cuando necesitaba algo, él siempre estaba. No importaba el horario, nada. Muy responsable.

Ese día, a las calculo siete y media de la tarde, le habían dado una hora antes de salir del trabajo porque el Gobierno había dictado que no se podía andar más de las 7 de la tarde. Mi hermano laburaba en Caballito. En una joyería. Mi hermano tenía un puesto en una fábrica de la empresa, que era una empresa muy importante.

Venía de laburar. Vino el colectivo el 180, re lleno y Luis Mazzi con Bernardo Joulie empezaron a disparar a las personas que pasaban por la vereda para que no se junte gente.

Cuando se baja el colectivo este hombre, fuertemente armado, vino con unas personas que vinieron directamente a tirarle a mansalva, tirarle a la gente. Ese es momento en el que le quitan la vida a mi hermano.

El tipo se agacha, apunta al colectivo, cuando baja del colectivo mi hermano tiene que cruzar la calle y al primero que baja fueron cinco personas los hieren y a mi hermano le cayó un escopetazo en la frente.