El cura villero Juan Isasmendi, párroco de la Iglesia Madre del Pueblo del barrio 1-11-14, reclamó este martes al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que retome los proyectos de urbanización que se frenaron con la pandemia. Aseguró que ésta es una de las "grandes deudas" del Estado y que se "quedó a la mitad" por la emergencia sanitaria.

"Hubo algún intento de mejorar el tema urbanístico e integrarlo. Hubiera sido bueno continuarlo. Con la pandemia fue un tema que no se retomó: ni agua, ni cloacas, ni luz, ni la mejora de viviendas", dijo Isasmendi en diálogo con AM 750. "Era un proyecto en el 2019 que se canceló y no se retomó", aclaró.

El cura advirtió que la falta de obras afecta en todos los niveles a los habitantes del barrio y contó que "cuando llueve las cloacas se inundan muchísimo y la gente no puede salir de sus casas a trabajar o ir a las escuelas". "La urbanización se quedó en la mitad. Hicieron un buen trabajo con el censo, pero con la pandemia decidieron no retomar todavía", insistió.

"La Ciudad hace sus esfuerzos y creo que en ese sentido estamos mucho mejor que hace 10 años. Están intentando estar, pero les falta mucho", dijo el referente villero.

Trabajo y vivienda

Las necesidades centrales que destaca el cura villero Isasmendi podrían resumirse en trabajo y vivienda. El líder religioso aseguró que en la actualidad la gente sigue teniendo grandes falencias, sobre todo, en lo que respecta a conseguir una vivienda estable y un trabajo registrado. "Esas son las cosas a las que hay que buscarle la vuelta. La pandemia fue devastadora en ese sentido. La gente estuvo muy debilitada", dijo Isasmendi con La García.

Y sostuvo: "A la gente le cuesta sostener la vida diaria y bancar el alquiler incluso los que tienen trabajo formal. Cuesta muchísimo también conseguir trabajo y más si es formal y bien remunerado. Esas son las cosas que se deben fortalecer"

Críticas a la 1-5/18

Consultado sobre su visión de la nueva serie de Pol-ka 1-5/18 que se emite por Canal 13 y que transcurre en una villa ficticia de la Ciudad de Buenos Aires, el cura aseguró que no vio la serie, pero que fue un tema de conversación con los vecinos del barrio. "La verdad es que la gente acá en el barrio lo mira más como risas. Como algo divertido. Todos se reían más que hacer un análisis importante. Me pareció que no se sienten representados", dijo sobre la ficción.