"La música, fundamentalmente, no sé si sirve para cambiar el mundo, pero sí para sentirse acompañados ante la adversidad", aseguró del otro lado de la línea el cantautor español Ismael Serrano. Lo hizo a horas de la doble fecha que dará en el Hipódromo de Palermo, en Buenos Aires.

Es que los dos años de pandemia no son algo menor para el artista, que aseguró que el show tendrá un "carácter de celebración muy especial".

"Es un concierto muy emocionante. Porque se cumplen 25 años de mi primer disco. Pero sobre todo porque tiene un carácter de celebración especial. Y acá tengo la posibilidad de hacerlo con un concierto sinfónico que le da una rotundidad a las canciones muy particular", expresó en Mediodía 750.

Y añadió: "Fueron años muy difíciles, muy duros. De distancia. En lo que nos echamos mucho de menos los unos a los otros, y por fin ahora nos podemos encontrar. El reencuentro hay que celebrarlo. Y estos conciertos están teniendo esa carga emocional después de mucho tiempo obligados a estar lejos". 

La música como puente

En este contexto, Serrano destacó el rol del arte durante la pandemia de coronavirus. Y cómo ayudó a devolverle cierta normalidad a un momento absolutamente atípico.

"La música que hicimos fue una forma de conectar con esa cotidianeidad que sentimos que nos habían robado. Ese es el valor terapéutico de la música", comentó.

Y agregó: "Al sentirte acompañado te haces más consciente de tu capacidad para influir en la realidad. Para poder influir en lo que nos rodea".

Para el cantante, una de las cosas que nos impuso la pandemia fue "la sensación de que todo se nos escapaba de nuestro control". "Y la música nos ayuda a sobrellevar la angustia, el estrés con el que hemos vivido casi todo el tiempo", comentó.

Su relación con Argentina 

Además, el autor de "Papa cuéntame otra vez" repasó su vínculo con la Argentina, al que destacó como muy especial. La primera vez que nos visitó fue en 1998, contó, y el crecimiento musical en nuestro país fue por senderos muy parecidos a los que tuvo en España.

"Mi relación con Argentina nace con mi primer disco. Sale en el '97 y en el '98 tuve la oportunidad de visitar por primera vez Buenos Aires", narró.

Y continuó: "En ese momento me puse la guitarra al hombro y me empecé a presentar en distintos bares. El desarrollo de mi carrera en Argentina no fue muy diferente a como fue en España".

Finalmente, con tono relajado, lanzó: "En mi primer recital en La Trastienda éramos cuatro gatos y comenzamos a crecer. Hemos conseguido establecer una relación muy especial con el público de aquí".