En su columna, el periodista de La Mañana Fernando Borroni analizó el crecimiento de la ultraderecha en todo el mundo. Sostuvo que se trata de algo que es un hecho. Y no una posibilidad. Y que, por lo tanto, se debe pensar en cómo enfrentarla.

"Si logran hacerte creer que es la política la que te corta los caminos, ahí se construye el ser antipolítica. Y cuando la sociedad compra ese relato, aparecen las figuras de extrema derecha, que tienen todo servido, porque hacen política con hombres y mujeres desesperadas, desesperanzadas", señaló.

El crecimiento de la ultraderecha en el mundo es un hecho. No siempre ganan las elecciones, pero cada vez tienen más votos. Por lo tanto, ya no se puede desconocer. Todo lo contrario. Hay que advertirlo.

Pensar como se lo enfrenta. Pasa en la Argentina, en el continente, en Europa. Y seguramente, para enfrentarlo, debiéramos reflexionar sobre cómo sucede.

Por qué el hombre, la mujer, lejos de buscar acercarse al otro, genera y construye más muros. Más odio. Multiplica la violencia. Y en realidad, en lugar de buscar acercarse a ese otro, mayor es la fragmentación.

Se cae entonces en una lógica perversa del sálvese quien pueda. En esa idea que instala el propio modelo, de que el mayor enemigo es el que está cercano a vos y tiene los mismos objetivos o deseos.

Mirar adentro del modelo

En teoría, todos tenemos vivimos un modelo que culturalmente fogonera el individualismo. Pero en la cotidianeidad nos cuesta ver que vivimos en un modelo donde el hombre y la mujer son sujetos individuales pensados para el consumo.

Ese es el sujeto que construye el modelo. Tiene un único objetivo, construir espejismos, ponernos delante de nuestra mirada zanahorias que nunca tiene pensado darnos. Y espejismos que en cuento llegamos, vemos que nunca existieron.

Este modelo en que vivimos, que es desigual, reduce las oportunidades, entonces multiplica las frustraciones. Que lo hace intencionalmente.

El hombre y la mujer frustrada sale en busca de aquello que no tiene, y ese es el verdadero triunfo del modelo. Porque nos enseña a tener. Pero no nos da la posibilidad para tener.

Un modelo que te hace creer que el que no tiene no merece nada. Pero te dice que lo que no tenés es por falta de tu mérito, pero no te da herramientas. Un modelo que empuja a la lucha por poseer, pero no nos pone en la lógica del trabajo.

La antipolítica

El ser en un modelo culturalmente neoliberal parece que entró en desuso. La idea del éxito asfixia. Un modelo donde las mayorías no pueden desarrollarse por falta de oportunidades, de posibilidades.

Cuando todo esto sucede, el mismo modelo construye el relato de que es la política quien no te da la posibilidad.

Si logran hacerte creer que es la política la que te corta los caminos, ahí se construye el ser antipolítica. Y cuando la sociedad compra ese relato, aparecen las figuras de extrema derecha.

Figuras que tienen todo servido, porque hacen política con hombres y mujeres desesperadas, desesperanzadas. Y piensa que la única manera de tener es romper las reglas de juego.

La derecha crece no solamente porque la izquierda a veces flaquea, sino porque han construido un sujeto que cree que el hombre es el propio enemigo del hombre.