"Soy un búho noctámbulo. Me viene mucha inspiración cuando todos duermen, cuando la ciudad está tranquila", confesó este domingo la cantante Charo Bogarín en diálogo con AM750. La reconocida artista del dúo Tonolec explicó que es su momento preferido porque "las energías bajas". Y eso es algo que la acerca a las viejas siestas que transitaba en su niñez y adolescencia en su casa de Formosa.

"Encontré una dinámica para la quietud y componer. Parece que las energías bajan un poco. Soy bastante perceptiva con estas cuestiones", agregó.

La obra de Bogarín está atravesada por el paisaje local. De hecho, hace más de 20 años se dedica a investigar el folclore musical.

Así lo explicó: "Cuando estábamos ahí con mi compañero de Tonolec nos damos cuenta de que teníamos que dar una vuelta de tuerca. Conservar en la manera de estos tiempos, pero encontrar ese espíritu, ese qué decir".

"Estábamos ahí en Madrid tocando, mostrándonos esta música y no sé si la gente se imaginaba los paisajes nuestros argentinos, latinoamericanos. Decidimos poner en ese que decir lo que hace nuestra gente", añadió.

Y lanzó: "¿Qué es lo que hace nuestra gente? El folclore. Cuál es el folklore más profundo que hasta el año 2000 no estaba muy de relieve, la música de los pueblos originarios. Que era como ir más allá y más atrás del gato, la chacarera, el escondido, el tango".

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En este contexto, La Charo comentó un episodio reciente que vivió en la Feria del Libro de La Granja, en la provincia de Córdoba. "Di un taller de canto nativo. Había mucha gente interesada que pasaba por la feria. Simplemente, era cantar en fonética", comenzó narrando.

Luego, continuó. "Ahí te das cuenta de que acercarse a la sabiduría de los pueblos originarios y a son lenguajes ancestrales a través de la canción es la manera más fácil, más lúdica, más completa".

"La música es ese flechazo directo al corazón, que es quien lo emite y quien lo recibe, entran en otro universo, en otro entendimiento. Me parece una forma de transmitir una sabiduría y una identidad cultural muy efectiva, muy directa, muy conciliadora", analizó.

"Aprendés mucho más allá de las formas musicales cuando te acercas a esta música. Y aprendés de que ellos no tienen una religión, sino una espiritualidad. Las defensas espirituales. ¿Viste que hace bien sonreír, reírte con el otro? Eso tiene que ver con una carga emocional que la música, así como otras disciplinas artísticas, te llevan a esos estados", concluyó.