El presidente de Francia, Emmanuel Macron, insistió este viernes en que los líderes de Europa abran el diálogo con Vladimir Putin, sobre la invasión a Ucrania, y confirmó que él mismo no lo contacta desde principios de abril.

"Tendremos que seguir hablando con Vladímir Putin. Tanto Mario (Draghi) como yo no hemos hablado con él desde las escenas de Bucha. Todos nos quedamos atónitos, abrumados", dijo al diario italiano Corriere della Sera.

Macron fue el mandatario europeo que tuvo más contacto con Putin desde que comenzó la invasión rusa a Ucrania. Y reconoció que lo hacía cada vez que se lo pidió el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski. Los contactos de Macron con el líder ruso también tenía un costado en su campaña electoral, en vistas a su posible reelección, que se decidirá este domingo en el balotaje con la candidata ultraderechista Marine Le Pen.

"Habrá que preparar la paz; un día habrá un alto el fuego. Habrá potencias garantes, y nosotros estaremos entre ellos. Así que creo que debemos tener mucho cuidado", sostuvo Macron. Y advirtió que si sus pares europeos eligen no conversar con Putin “entonces dejamos la responsabilidad al presidente turco, al primer ministro indio, al presidente chino".

"Y decidimos que serán los no europeos los que construirán la paz en Europa al día siguiente. Por lo tanto, aunque es muy duro, aunque a veces es ineficaz, hay que insistir", opinó.

Los primeros días de febrero, Macron viajó a Rusia para hablar con Vladimir Putin, cuando la presencia militar en la frontera con Ucrania era solo una amenaza, y todavía no había invadido el país. En ese momento, se sentaron cada uno en una punta de una mesa que medía 6 metros de largo, porque el francés no quiso realizarse un PCR. 

Macron buscaba evitar que la acumulación militar rusa que en ese momento era de más de 100.000 soldados se convirtiera en una guerra. Y mitigar las quejas de seguridad de Rusia, que incluían exigencias de que Ucrania y Georgia no puedan convertirse en miembros de la OTAN y que la alianza retire tropas en Europa del Este. Reclamos que todavía sostiene.