El periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, comentó en su editorial la reciente agresión de militantes de la agrupación radical Franja Morada hacia Cristina Kirchner.

Allí puso el punto de partida en el rol de los medios de comunicación: La idea de que la estética es parte de la ética se destruyó. Le bailaron un malambo encima. Esa grosería nos raspa. Se nos viene encima".

La barrera del odio

Posiblemente, para mucha gente pueda resultar un tanto pacato. En el mundo de la radio hubo un territorio que era impenetrable. El de la grosería, el de las palabrotas porque sí, el del mal gusto, la provocación, el odio.

Esa barrera no se levantaba. Nos costaba decir algo que pudiera ser una molestia, una falta de respeto. Es como en las reuniones sociales. Uno puede hacer los llamados cuentos verdes, pero tiene que tener mucha confianza con los destinatarios. Entonces, sí cabe la risa.

Siento que es una falta de respeto cuando no existe tal confianza. Solamente en el mundo del teatro uno puede sobrellevar ciertas cosas porque ha ido a eso. Y sabe de antemano a qué se expone.

El repudio a Franja Morada

Pero ese mal gusto, esa provocación, que es una manera de expresar el odio de los muchachos de Franja Morada. Que pena tan grande. Tan jóvenes. Tan viejos. El odio es viejo, es rancio, es amargo. Es una cara muy arrugada, pero arrugada mal, con la boca en arco hacia arriba. Las comisuras quedan muy abajo.

Porque hay odio. Hay caras de odio. Pero, de a poco, empezaron a pasar por abajo de esa barrera. Y después, la levantaron directamente.

Y el vómito radial y televisivo se fue haciendo común y corriente. La idea de que la estética es parte de la ética se destruyó. Le bailaron un malambo encima. Esa grosería nos raspa. Se nos viene encima.

Me molesta la poca ofensa en quienes fueron destinatarios de esa grosería. Discuten si tiene razón o no el grosero. La dolorosa verdad es que la aprobación depende de la satisfacción de los instintos más bajos de cada cual.

Cómo no darnos cuenta que apelan a lo peor de nosotros desde muchos medios de comunicación. Cómo es que nos causa gracia tanta grosería. Tanta estupidez. Cómo es que los aceptaron. Cómo no los rechazan. Los miran, los escuchan y los aplauden.