Tras la muerte de un hombre de 53 años, atacado por una jauría en la provincia de San Juan, la médica veterinaria María Paz Salinas, y especialista en comportamiento canino expuso, en Página 12, una serie de consejos a tener en cuenta en este tipo de situaciones extremas.

La profesional explicó que no se debe culpabilizar al animal por su comportamiento. Señaló, al contrario, que, en cierto punto, también son víctimas. "El principal problema acá es la falta de responsabilidad con los animales. Están sueltos, sin comida, y eventualmente pueden llegar a predar cualquier cosa", dijo.

En ese sentido, sostuvo que hay que entender que, en la base, es un "problema cultural". Así, para impedir que estos hechos sigan ocurriendo, no alcanza con la respuesta individual frente al ataque.

Son necesarias políticas de fondo, que requieren educación e inversión. "La castración no es que no sirve, pero como única herramienta se queda corta. Hay que educar, en principio, porque las jaurías no se hacen de la nada, por arte de magia", aseguró Salinas.

¿Por qué a veces atacan las jaurías?

"Es un tema multicausal. Puede ser que lo ataquen por hambre. O por otras razones y que se lo terminen comiendo. También por territorialidad. Quizás la persona hizo una movida inadecuada. Hay que tener en cuenta que estamos conviviendo con una subespecie del lobo", respondió la médica veterinaria.

Asimismo, indicó que "los perros trabajan en grupo y con alianzas. Puede ser que alguno inicie la predación y luego se coordinan".

"En jaurías que están disocializadas, o sea que se criaron en aislamiento con la gente, la cosa puede llegar a ser muy complicada porque también influyen las características culturales de los individuos que hacen a la agresión", añadió.

¿Hay razas más o menos peligrosas?

Para Salinas, en lo que respecta a las agresiones en jaurías, este tipo de conductas no está asociado a una determinada raza.

"No hay razas potencialmente peligrosas. Eso no existe. La raza no determina la conducta de un animal. En los factores ontogénicos, es decir, los factores de desarrollo, son mucho más pesados que la raza", añadió.

Y dijo: "Hay datos duros que avalan esto. Vos podés hacer de un labrador un perro peligroso con un mal manejo, una mala crianza".

¿Cómo actuar ante el eventual ataque de una jauría?

En primer lugar, para la especialista, "las jaurías de más de 8 individuos son potencialmente mortales" y "no hay mucho para hacer" ante un ataque inminente. Sin embargo, dio una serie de consejos o recomendaciones a tener en cuenta:

  1. No salir corriendo. Esto desencadenaría una persecución.
  2. Tratar de no confrontar.
  3. No mirar a los ojos al animal, apuntar a la base de la cola.
  4. Tratar de ponerse a en un lugar a salvo.
  5. Conocer a la especie con la que se está conviviendo.