La canasta de los jubilados subió el último año un 51,8 por ciento por ciento. El dato se desprende de un informe de la Defensoría de la Tercera Edad porteña. Y enciende las alarmas.

Es que, impulsada por el precio de los alimentos, medicamentos y servicios, la canasta ya alcanza los 97.238 pesos. Esto representa, según el defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, un "desfasaje con los haberes".

Por ese motivo, el Gobierno busca que el bono de 6.000 pesos para quienes perciban los haberes mínimos sea un golpe de efecto que revierta la pérdida de poder adquisitivo.

Alrededor de 4 millones y medio jubilados y pensionados perciben una remuneración mínima de 32.039 pesos. Por lo tanto, al comparar las cifras, se concluye que la mayoría de los adultos mayores "apenas alcanzan a cubrir un 30 por ciento de las necesidades básicas".

Pero esto no es algo que afecta únicamente a quienes cobran la mínima. Hay cerca de 2 millones de jubilados perciben haberes medios cercanos a los 40 mil pesos. Así, Semino aseguró que más del 80 por ciento de los mayores no pueden cubrir sus necesidades básicas.

Los rubros que conforman esta canasta "digna" del adulto mayor son alimentos, productos de higiene y limpieza, medicación e insumos de farmacia. Además, se contemplan impuestos y servicios, transporte, vestimenta, gastos de vivienda y recreación.

Cabe señalar que alimentos, medicamentos y vivienda representan más del 60 por ciento del valor de la canasta.

Cuándo se cobra el bono

El bono de 6.000 pesos para quienes cobren la mínima se pagará los días hábiles corridos, según terminación de DNI a partir del 18 de abril.

Será para jubilados, jubiladas, pensionados y pensionadas que perciban ingresos hasta un haber mínimo, equivalente a 32.630 pesos.

El último bono otorgado por el Gobierno de Alberto Fernández, de diciembre, fue por un monto de 8.000 pesos. Los beneficiarios fueron jubilados y pensionados con haberes por debajo de los 37.062 pesos.