El ministro de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez, aseguró este lunes que el Gobierno apuesta a "acercar el productor con el consumidor" para bajar el precio de los alimentos. Señaló que es importante avanzar rápido con herramientas que permita que "toda la población tenga acceso a una alimentación saludable".

Por AM750, el funcionario bonaerense aseguró que "cuando se está en una situación como la actual, vuelve a señalarse la importancia de tener en claro que los alimentos tienen que ser accesibles para el total de la población".

"Hay herramientas, instrumentos. Ese es un objetivo fundamental para después analizar cuáles son las más apropiadas. Planteamos, en este sentido, acercar productor con consumidor", añadió.

Y dijo: "Muchas veces se habla de la diferencia de los precios que paga el consumidor y el que reciben los productores. Si acortamos esos puntos de comercialización y mejorar la logística, vamos a estar contribuyendo a este objetivo que es el acceso a la alimentación saludable para toda la población".

En este sentido, Rodríguez destacó el programa que impulsa su gestión para llevar ferias a cada localidad con el fin de llevar a la acción esta propuesta. Señaló que en la actualidad está activo en 76 municipios.

"Hay más de 1.200 productores que a través de este programa logra vender su producción de manera directa. En el marco del programa llevamos realizadas más de 7.500 ferias. Estamos en un nivel muy alto", celebró en Mediodía 750.

"Es con esta premisa de acercar a los productores. Según nuestras estimaciones, estamos en un 25 por ciento abajo que los precios vigentes en otros canales de comercialización", señaló.

Seis veces más

En 2021 los consumidores pagaron 5,8 veces más por los alimentos de lo que cobró el productor. El dato se desprende un relevamiento realizado por la CAME.

En el informe se indica que la brecha de precios para el promedio de los 24 principales productos agropecuarios que participan de la mesa de los argentinos.

Este dato se traduce que el consumidor pagó, en promedio, 5,8 veces más de lo que cobró el productor por esos alimentos.