Como era de esperar, el expresidente Mauricio Macri rechazó el proyecto que impulsa el Gobierno para sellar un "pacto de buen uso de las redes sociales" y salió al cruce de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Se definió como un "absolutista de la libertad de expresión" y deslizó que podría estar en riesgo la libertad de expresión.

La declaración de Macri llegó, como era de esperar, a través de las redes sociales. El expresidente, que basó sus campañas electorales en utilización de bots y mensajes de odio en Facebook y Twitter, se manifestó en contra de cualquier tipo de regulación de las plataformas digitales.

De esta manera, Macri se metió de lleno en la discusión por el "pacto social para el buen uso de las redes sociales". La iniciativa que impulsa el Gobierno busca "contribuir a la creación de un ecosistema digital más plural y respetuoso que potencie la calidad del debate público".

No se trata de un punto menor, sobre todo si se tiene en cuenta mensajes violentos por parte de varios de los referentes de la alianza opositora, así como también de otros miembros de los tres poderes del Estado.

Los comentarios misóginos de los diputados macristas tras las visitas de la actriz Florencia Peña a la Quinta de Olivos.

En el caso de los trolls y bots, quedó muy expuesto en la última campaña presidencial, cuando un usuario notó lo sistemático y patético de los comentarios, que eran de uso genérico y parecían traducidos por una aplicación y sin mucho esmero.

"Satisface a Mauricio, no te relajes. Te elijo", decía uno de los tantos mensajes que se dispararon en 2019 de forma automática con el hashtag #YoVotoMM.

"Censura o vigilancia"

Para Macri, el pacto para el buen uso de las redes sociales "es una oportunidad para saber de qué lado de la democracia estamos".

"Yo estoy en contra de cualquier intento de limitar, regular, afectar, influir o condicionar, en cualquier forma, nuestro derecho a expresarnos libremente dentro de los artículos de la Constitución", se posicionó.

"Soy un absolutista de la libertad de expresión. Por eso, si es necesario, lucharé junto a todos ustedes para que nadie se meta con lo queremos decir, cómo podemos decirlo, ni dónde tenemos permitido hacerlo", concluyó.

La carta entera

SOY UN ABSOLUTISTA DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

A diferencia de la mayoría de los dirigentes del oficialismo, incluyendo al presidente y a la vicepresidente, yo nunca bloqueé a un usuario en Twitter y nunca lo haré. No importa lo que digan.

Desde mi punto de vista, el único límite que debe existir para las expresiones públicas en redes sociales o en cualquier plataforma de comunicación, son los contemplados por la Constitución Nacional y el código penal y la facultad de intervenir de la Justicia Civil en los casos que corresponda. Todo lo demás es censura o vigilancia.

La polémica sobre la libertad de expresión en las redes que se produjo ayer luego del desafortunado anuncio que hizo el gobierno, al declarar que trabaja en un “pacto para el buen uso de redes sociales” para que "dejen de intoxicar el espíritu de nuestra democracia”, es una oportunidad para saber de qué lado de la democracia estamos. Yo estoy en contra de cualquier intento de limitar, regular, afectar, influir o condicionar, en cualquier forma, nuestro derecho a expresarnos libremente dentro de los artículos de la Constitución. No concibo que la democracia sea posible regulando las expresiones en las plataformas o en los medios de comunicación. No es esa la visión del oficialismo. En el pasado intentaron regular a los medios y en la actividad individual de sus principales dirigentes consta el bloqueo a usuarios, los insultos y el desprecio a las ideas y opiniones de otras personas.

Por eso, coincido plenamente con la posición de Elon Musk que hace poco declaró en un tweet ser “un absolutista de la libertad de expresión”.

Yo también soy un absolutista de la libertad de expresión. Por eso, si es necesario, lucharé junto a todos ustedes para que nadie se meta con lo queremos decir, cómo podemos decirlo, ni dónde tenemos permitido hacerlo.