El expresidente Mauricio Macri destacó este domingo la posición de los legisladores de Juntos por el Cambio que votaron a favor del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por el pago de la deuda contraída durante su administración y apuntó contra el Gobierno nacional por la disputa interna entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

"Este gobierno muy pronto será un recuerdo, pasará, dejará su lugar a otros y será olvidado", aseveró el exmandatario.

"Gracias al voto positivo de Juntos x el Cambio, que mostró una gran responsabilidad democrática y una fuerte unidad, evitamos el default. El default es, para usar comparaciones que se están usando ahora, una “bomba atómica económica”, una situación que dispara una sucesión de sanciones y restricciones que producen un enorme daño sobre la economía y la vida de los países. Evitar el default es evitar dolor, pobreza, sufrimiento", comenzó el exmandatario una publicación en sus redes sociales.

"Hubo dos claves para que se votara a favor. La primera fue la aceptación de retirar los considerandos falsos que había incluido el gobierno. En segundo lugar, la aceptación de desacoplar la aprobación del endeudamiento y el programa económico presentado por el Ejecutivo. Es decir, votamos el acuerdo pero no el plan al que consideramos insustancial y muy malo. En definitiva, la acción de Juntos x el Cambio logró no solo evitar el default sino que salga un mejor proyecto", señaló.

Más allá de resaltar la actitud de los diputados y senadores de su espacio político en la votación del mencionado proyecto de ley, Macri aprovechó la oportunidad para dar su parecer sobre la tensa relación que mantienen el presidente Fernández y la vice, Cristina Fernández de Kirchner, quienes tienen diferentes posturas en relación al acuerdo con el organismo internacional.

"La votación también dejó al descubierto todas las fracturas que existen en la presidencia. Y eso también es bueno, porque ver las cosas como son es bueno. De manera insólita el gobierno encontró a su peor enemigo dentro del propio oficialismo. Esta lucha interna exhibe delante de todos los argentinos lo que siempre supimos, la pareja presidencial sólo está unida por la mutua necesidad de alcanzar y mantener el poder, no por un proyecto, ni ideas, ni visiones. No hay ni plan ni lealtad, y mucho menos responsabilidad para gobernar", analizó el líder opositor.

Por último, Macri centró su mensaje en la inflación y en la frágil situación económica del país. Sin hacer autocrítica por lo ocurrido bajo su mandato, afirmó: "Hay ahora una situación de emergencia en la economía argentina gravísima y amenazante. La inflación a la que el gobierno desatendió y hasta promovió durante dos años mientras postergaba con excusas un acuerdo inexorable con el FMI, es el resultado de sus innumerables medidas equivocadas y de su política de emisión monetaria irresponsable, tan tóxica como letal".

"Y esa inflación crece de forma desbordante. En este contexto tan delicado el mensaje vacío de anuncios que el viernes hizo el presidente resultó irritante. El presidente no dijo casi nada pero dejó algunas cosas claras: no sabe dónde está, a dónde va, ni cómo ir", agregó.

Para culminar, aseguró que "por muchas de estas cosas que quedan exhibidas cada día, asistimos por primera vez a una gigantesca derrota cultural del modelo populista, adicto a desordenar la macroeconomía, a la emisión infinita, a gastar el dinero que no tiene y a echar culpas a enemigos ficticios".

"El solo hecho de que estén obligados a algún tipo de orden económico es un indicador del tamaño de su colapso cultural. Como en la vida “chocarse contra la pared” nos obliga a admitir que las fantasías tienen límites, para la cultura populista es tener que aceptar que la realidad también existe para ellos, que no pueden inventar números, que los plazos tienen cumplirse y que la improvisación, la sarasa y el chapucerismo tarde o temprano tienen consecuencias reales", escribió el exjefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

"Pero a pesar de todo yo mantengo mi optimismo. No soy optimista en el ahora, mi optimismo está adelante. Este gobierno muy pronto será un recuerdo, pasará, dejará su lugar a otros y será olvidado. Cuando eso suceda, de a poco las cosas se irán acomodando y empezaremos a estar mejor, un poco mejor, no mucho mejor, pero yendo hacia un destino correcto. Confío en los argentinos. El mundo aún nos está esperando", finalizó.