El fiscal federal Federico Delgado aseguró esta noche que durante el gobierno de Cambiemos "se agudizaron los fenómenos de las causas armadas, con las interacciones de los servicios de inteligencia" en expedientes que crecían con cuotas de ilegalidad.  "Fue un momento muy complejo, que va a costar recomponer" dijo, en un análisis del Poder Judicial que integra.

Durante una entrevista en el programa Identidades, del canal IP, el fiscal argumentó sus afirmaciones comentando que "el poder político requiere un poco de impunidad y la Justicia administra las dosis de impunidad necesaria para que funcione el poder político". 

Delgado, autor del libro "La República de la impunidad", se definió como fóbico e individualista y aseguró no tener amigos en la Justicia ni en la política. "No voy a cumpleaños de políticos, ni a fiestas de políticos, ni a presentaciones. Eso habla mal de mí, soy fóbico y me cuesta mucho relacionarme con más de dos o tres personas a la vez", aseguró. "No quiero ser juez, no quiero ascensos, no quiero hacer política", ratificó.

Cómo se arma una causa judicial

"Necesitás un juez, un fiscal y algunas cosas verdaderas: una denuncias, un testigo y periodistas que lo hagan visible. Un anónimo, una versión, un off the record, un testigo que siembra sospecha, y también hace falta que el Estado, a través de un juez, le dé valor legal. Es como una ensalada con muchísimos ingredientes", detalló el fiscal Delgado.

Además, puntualizó: "Hay pequeñas sociedades que se producen entre algunos magistrados, algunos abogados, periodistas, políticos, empresarios, que exprimen el expediente". Y aclaró que el armado de causas "es una vieja práctica institucional" y los primeros que las sufrieron "son los sectores más vulnerables".

"¿Por qué se hacen las causas? Porque se pueden hacer. El poder que tiene un juez o un fiscal sobre una causa es enorme y no hay control. Cualquier juez o fiscal puede hacer lo que quiera. Estaría bueno tener reglas y estaría bueno que se contemple eso. A mí no me controla nadie", definió. 

Cómo es investigar al poder

"Lo que pasa con las causas de los gobiernos que dejan en el poder y se le vienen las causas encima, es que la misma Justicia que se tapó los ojos cuando estaban en el poder, después se saca las vendas. Pasó con Carlos Menem, con Eduardo Duhalde, con el kirchnerismo, y parecía que iba a ser lo mismo con el macrismo, pero hay un impasse. No me animo a decir cómo seguirá. Todavía es apresurado para ver si la regla se rompe o no", examinó el fiscal Delgado.

"Tener en tus manos (la investigación) del mega canje de la deuda externa, los sobornos del Senado, los Panama Papers de un presidente en ejercicio (Mauricio Macri), nadie quiere eso. Es espantoso tener que investigar a un presidente en ejercicio; me costó una causa armada", aseguró respecto de las causas más resonantes en las que tuvo que intervenir. 

Qué hechos lo marcaron en la Justicia

"Me marcó muchísimo el juez Bagnasco diciéndole a Massera que quedaba detenido acusado de organizar la sustracción de menores robados en cautiverio en la ESMA, porque era un juez de la democracia aplicándole la Constitución al mal absoluto", contó, situación de la que fue testigo como fiscal.

También recordó y remarcó "la noche en que el exjuez Liporace pidió el desafuero de los senadores por haber aceptado sobornos para sacar la reforma laboral, en un gobierno que estaba en el poder", en referencia a la Alianza.

Servicios de inteligencia

"Es verdad que se terminaron los servicios de inteligencia en Comodoro Py. La inteligencia es el espacio que se reserva el Estado para no cumplir la ley. Algunos jueces los convocaban para que hicieran de policías y  ahí pasaba cualquier cosa. El presidente Alberto Fernández prohibió eso. Y esas pequeñas reformas judiciales le dan grandes triunfos a la República. No existe más la posibilidad que eso sea legal", afirmó.

Procurador interino

"No es bueno que haya un procurador interino. Ni para él ni para la gente. El procurador tiene que tener una legitimidad muy fuerte. Y tiene que planificar qué crímenes vamos a investigar, cuál es la política criminal. Y para eso hay que tener un procurador con legitimidad que pueda pelearse con el poder real", opinó.

"Daniel Rafecas tiene muchos defectos, como todos, pero es un buen tipo. Es el indicado para pensar esto, reconstruirlo, rearmarlo y direccionarlo para que le sirva a los hombres de a pie. (El exprocurador) Esteban Righi tuvo la cabeza para pensar el sistema en esa clave", consideró.

Corte Suprema

"No es un problema de números (de jueces) sino de funcionamiento. Una Corte más larga hace todo más lento, pero también tiene que ver con los jueces que se eligen. Aunque puede ser que mayor cantidad, más democracia y más visiones", estimó Delgado sobre el máximo tribunal de Justicia.