Entiendo eso de "peor es el default", y entonces arrodillarse ante el Fondo es el mejor y único camino.
Puedo comprender que pienses que es preferible no volver a los tiempos de batalla campal con las corporaciones locales, sean campo, productores de alimentos o grupos mediáticos todo poderosos. No es lindo vivir en el infierno.

Y bien sabemos que cuando al poder lo contrarias, te hacen vivir en el infierno. De sobra lo sabemos: bombardeos a civiles, golpes de estado, dictaduras genocidas, tsunamis financieros y mercados descontrolados, disparadas inflacionarias, violencias inyectadas. Tienen mil y una estrategia para jodernos el día a día, para presionar a la sociedad y a un gobierno, hasta quebrarlo.

Ellos van por todo, siempre. Hasta no salirse con la suya no paran, y suele ser tan virulenta y dolorosa esa respuesta del poder real frente a la osadía de un pueblo y un Gobierno que busca algo de equidad, que al rato ya muchos y muchas terminan pidiendo piedad, y se convencen que mejor es agachar la cabeza y volver a nuestro rincón de esclavos.

Hemos pasado unas cuantas batallas, y hemos recogido los restos de lo que nos han dejado. Vidas enteras lamiendo heridas. Pero creo que el mal menor es finalmente, el peor de nuestros males. No dar las peleas es renunciar a nosotros mismos.

Imaginá por un momento que ganen la partida, que esos derechos conquistados y sostenidos en el tiempo que te permiten siquiera la ilusión de una vida digna, pasarán a ser parte de un archivo cerrado bajo llaves y olvidado en el tiempo y el relato. Imaginá que la mesa chica del poder real defina si comés o no comés, si podés hablar o no podés hablar, si regalan nuestra tierra o la rifan entre amigos, si el futuro de nuestros hijes se pauperiza sin remedio y la milicada gana la calle para controlar al pobrerío. Imaginá eso y mucho más, porque es eso lo que quieren hacer con nuestras vidas.

Una patria para pocos, como fue en el comienzo mismo de nuestra breve historia. Ellos, y a la izquierda eso que llaman pueblo. No son gente de tener piedad. ¿No los viste matando indios, sacrificando pibes, riéndose en tu cara del sueño absurdo de poder tener unos días en chancletas? Vos lo viste a Macri cerrando pymes, cooperativas, empobreciendo trabajadores, empujando desempleo, regalando recursos, y perdonándose pecados.

La historia de nuestra patria es la historia de ellos contra el pueblo. Es la historia de nosotres aguantando la parada. O se gana, o se pierde. Sé del milagro de que un día se despierten buena gente, y sus conciencias ocupen un poco de lugar en la mesa chica de las decisiones. Pero vos fijate, aún asi, seguiríamos en sus manos.

El supuesto mal menor, es el peor de los males. No me quiero adormecida ni persuadida de que es mejor no hacer olas porque si alzo la voz despierto a las fieras. Tampoco sé cuál sería en nuestro tablero actual la mejor estrategia posible. No te podría decir si este Gobierno tiene lo necesario para lograr frenar un poco siquiera a los voraces desatados. No lo ha logrado hasta ahora, es un hecho. Pero el final sigue abierto, así es que no dictaré sentencia.

Sólo digo, ante la evidencia de lo vivido, o se gana, o se pierde.