Carlos Salvador Bilardo nació el 16 de marzo de 1938, y en su cumpleaños número 84 recordamos cinco de sus anécdotas más picantes en el fútbol.

Desde muy chico, el "Doctor" (tal su apodo, a raíz de su título de ginecólogo) tuvo como pasión el fútbol, y repartía su niñez entre el deporte, la escuela y el trabajo.

Debutó en Primera en 1958 en San Lorenzo, en donde jugó durante cuatro años antes de ser traspasado al Deportivo Español. Más tarde recayó en Estudiantes de La Plata, donde empezó a construir su leyenda.

En el "pincharrata" Bilardo coincidiría con el pragmático entrenador Osvaldo Zubeldía, quien se convertiría en un mentor para él (y del que heredaría sus "mañas"), y juntos llevarían al club platense a la mejor época de su historia al ganar tres Copas Libertadores de forma consecutiva y al lograr el hito de coronarse campeón del mundo en la Copa Intercontinental 1968 frente al Manchester United. Jugaría allí hasta 1970, cuando, tras ser relegado por el mismo Zubeldía, se retiraría del fútbol.

Ya como entrenador, y después de llegar a la final de la Copa Libertadores de 1978 con Estudiantes y ganar el Campeonato Metropolitano de 1982, Bilardo sería el elegido para dirigir a la Selección Argentina tras la salida de Menotti en el Mundial de España.

En el seleccionado Bilardo lideraría una de las etapas más importantes en la historia del fútbol argentino, y gracias a un innovador y pragmático sistema táctico y junto al mejor jugador del mundo, Diego Maradona, la Argentina conseguiría la Copa del Mundo en México 1986.

Cuatro años después, en Italia 1990, con un equipo más debilitado, el "Doctor" volvió a llevar a la Argentina a otra final del mundo, pero esta vez Alemania se llevaría el título.

Luego de su renuncia en 1990, el "Narigón" tuvo etapas en el Sevilla y Boca Juniors hasta su retorno a Estudiantes en 2004, en donde, tras salvarlo del descenso, anunciaría su retiro definitivo.

Pícaro, obsesivo, polémico y siempre pasional, sus anécdotas serán recordadas tanto como sus logros futbolísticos. Muchas de ellas se pueden ver en el documental "Bilardo: El Doctor del Fútbol". Las repasamos a continuación.

"Soy ganador, no perdedor"

En 1985, el Doctor se presentó en el programa de canal 13 "Polémica en el Fútbol". Ya como DT de la Selección, era muy resistido por los seguidores de la albiceleste. Con los años las imágenes de esa presentación se volvieron virales por la vehemencia con la que Bilardo se enfrentaba al público. Un año más tarde, la historia le daría la razón.

https://www.youtube.com/watch?v=IhiftCLSuNQ&ab_channel=PanquiMolina

"Tiene Gatorei, señorita"

El 22 de febrero de 2004 Bilardo protagonizó un momento icónico en el fútbol argentino. En la previa del partido que Estudiantes jugaría con River en el Monumental, por el Clausura 2004, el DT destapó y tomó champagne en el banco de suplentes para molestar a quienes decían que su equipo no jugaba nada bien.

Lo que sucedió es que Claudia Barcia, fiscal de turno, apareció en el entretiempo para llevarse detenido a Bilardo por tener alcohol en un espectáculo deportivo, algo que estaba prohibido.

En la discusión entre el “Narigón” y la fiscal, una frase iba a quedar en la historia: “Tengo 50 años de cancha, usted se equivocó señorita, es Gatorei” (sic), le explicaba el DT, ante la insistencia de la letrada que se lo quería llevar detenido.

https://www.youtube.com/watch?v=eNFDawJOy78&ab_channel=ALeKefren

"Pisalo, pisalo"

En 1993 el Doctor dirigió al Sevilla de España, donde, obviamente, dejó anécdotas imborrables. En un partido ante el Deportivo La Coruña, el 6 de febrero de ese año, lanzaría una de sus frases menos felices y más recordadas.

Después de un lateral, Maradona, que era el 10 y la figura del equipo, quiso agarrar la pelota pero rápidamente Alberto Albístegui, defensor del Depor, salió a anticiparlo. Diego intentó llevársela con una especie de sombrero, pero le pegó en la cara a su marcador, que quedó lesionado.

Domingo Pérez, fisioterapeuta del Sevilla, ingresó para atender al Diez. Pero Diego no tenía nada. Entonces asistió a Albístegui, el rival, que estaba en el piso, ensangrentado. Y Bilardo, desde el banco, enloqueció. “Domingo, Domingo. ¡A Diego! A Diego… ¡Ay, en vez de agarrar a Diego agarra al otro!”, decía, desencajado, mientras era tomado por las cámaras de televisión.

“Me quiero morir. Me quiero morir -decía-. Domingo, Domingo. Los de colorado son nuestros. ¡Los de colorado son nuestros!”, siguió.

Al ver que ambos jugadores estaban recuperados, el fisioterapeuta volvió al banco para encontrarse con un Bilardo que no pudo con su genio: “¿Cómo vas a atender al otro? ¡Qué carajo me importa! ¡Pisalo! ¡Pisalo! ¡Al contrario, pisalo!”.

https://www.youtube.com/watch?v=rvB-8tTphws&ab_channel=maligno1977

"El fútbol es lo más fácil que hay"

En una entrevista, el "Narigón" explicó cómo jugar al fútbol: "Es lo más fácil que hay", comenzó, y agregó que la charla técnica con la Selección "fue corta". "Los de azul y blanco se la pasan a los de azul y blanco y la meten en el arco del arquero que no comió con nosotros ni tomó el té, ni nada. Más fácil imposible". Un genio.

El Doctor y sus cábalas

Muchas son las historias de las cábalas de Bilardo, pero quizás la más "extraña" es la que sucedía en el mundial de México 86. Así lo contaba en el programa Pura Química: "Cuando estábamos empezando a jugar el campeonato, se escuchaba una canción de Sergio Denis, despacito. Pero cuando llegamos a la final, estábamos solos y dos policías nos acompañaban adelante. Y el tipo (el conductor del micro) disparaba (iba rápido). Le saqué el pie, pará, le decía. Y cantaba una que decía: 'Nenito, chiquito..'. Yo le decía 'pará que no termina (la canción)'. Entonces paró, hicimos diez metros, la canción terminó y ahí nos bajamos del micro". Fueron campeones del mundo.