Eva Analía "Higui" De Jesús, la cartonera y futbolista lesbiana que para muchos ya es símbolo de la criminalización de las disidencias, comenzó a ser juzgada en la mañana del martes por haberse defendido de un intento de violación grupal correctiva en un pasillo del conurbano bonaerense, con el resultado de haber provocado una muerte.

"Higui" llegó al banquillo del Tribunal Oral Criminal N°7 de San Martín acusada de "homicidio simple" perpetrado contra Cristian Espósito, uno de los tres protagonistas de un intento de ataque sexual que nunca fue investigado como tal a pesar de que ella fue encontrada desvanecida en el lugar de los hechos, con traumatismos en diferentes partes del cuerpo, el pantalón y la ropa interior rotos.

En la puerta de los tribunales, organizaciones feministas y de la comunidad LGBT se congregaron para pedir por la absolución de la mujer. "Si la justicia no absuelve a Higui no va a reparar el daño que le generaron metiéndola presa, condenándola, procesándola y complicando aún más su vida después de haberse defendido de un intento de violación correctiva", dijo el diputado Leonardo Grosso en comunicación con AM750.

"Estas son las cosas de fondo que deben discutirse. Necesitamos una justicia que respete a nuestro pueblo, lo entienda y actué con perspectiva para ser aleccionadora", agregó.   

Los hechos

Todo ocurrió el 16 de octubre de 2016 en Lomas de Mariló, un barrio vulnerable de Bella Vista donde Higui había ido visitar a su hermana por el Día de la Madre. En un pasillo la interceptaron 3 hombres, entre los que estaba Espósito, quien se le tiró en cima al grito de "te voy a hacer sentir mujer, forra lesbiana". Higui se defendió y le asestó un puntazo en el abdomen, lo que ocasionó la muerte del hombre.

La mujer quedó detenida de inmediato. Tras ocho meses presa, la Cámara de Apelaciones de San Martín le concedió la excarcelación extraordinaria gracias a una fuerte movilización para exigir su libertad.

"Solo defendí mi cuerpo"

En diálogo con Aquí, allá y en todas partes, Higui aseguró que "nunca quiso lastimar a nadie" y que solamente "defendió su cuerpo" durante una situación que no provocó. En la víspera del juicio, la acusada dijo que "no concilia el sueño" y que "tiene pesadillas" desde hace cinco años. Por otro lado sostuvo que "el cariño de las chicas" la "sostiene" y le "da fuerzas" para seguir.