El periodista Fernando Borroni analizó este lunes la actualidad del Frente de Todos. En su columna de La Mañana, consideró que, a dos años de asumir, sigue actuando como una alianza meramente electoral. Sostuvo que en la dificultad está en el "titubeo permanente" del Presidente.

Además, señaló que se debe salir de la lógica de las elecciones del 2023. En cambio, el espacio debe dar un debate sobre objetivos y "asumir la conflictividad" que esa agenda requiere.

La deuda de la unidad

La unidad sigue siendo el desafío. Sobre todo en estos tiempos. Sigue teniendo muchas deudas pendientes. La pregunta sigue siendo para qué. Y preguntarnos, a dos años de gobierno, para qué de la unidad habla, al mismo tiempo, de que no se ha hecho del todo bien las cosas.

En dos años no se puede consolidar una unidad política porque en realidad, todavía, lo sostiene una unidad electoral. Esto tiene varias responsabilidades. A dos años de gobierno, el Frente sigue siendo una unidad electoral y no política.

El "ser mejores", que fue parte del discurso de la campaña, no exigía que cada uno renuncie a lo que era. El ser mejores no significaba que se cambie la mirada y que se renuncie a la historia. El "ser mejores" tenía que ver con construir una síntesis política más allá de las diferencias, más allá de los matices.

Y eso es lo que parece que para muchos todavía no está claro. Y que para muchos lo siguen teniendo en deuda. El titubeo permanente, el cambio de discurso permanente, no genera las condiciones para poder discutir una política y construir unidad. Y eso es lo que está pasando.

¿Cómo se puede construir una unidad si quien conduce no tiene una clara línea de gestión de gobierno?

Salir de la lógica del 2023

Hay que salir de la lógica electoral del 2023. Porque el 2023 no gana nadie si no hay discusión política. Pero tampoco gana nadie si la unidad es solo para mantener el poder.

Porque hoy en día, sobre todo y con respeto y humildad, digo cuando lee uno de los documentos de algunos intelectuales cercanos al gobierno que titulaba la unidad del campo popular en tiempos difíciles aparece una línea, los textos y a ver cómo hacemos para despolitizar.

Y a partir de la despolitización entendemos que no hay otra. Pero es una mirada muy particular. Hay que salir de la lógica electoral de 2023. Insisto, sin la unidad no se gana. Pero con una unidad simplemente para no perder el calorcito del trasero donde estamos sentados tampoco sirve.

Por eso, lo que debe unir es una gestión. Es una mirada a futuro. Pero una mirada a futuro desde lo positivo. El discurso y el relato de la unidad para que no vuelva a la derecha está agotado. En dos años se agotó.

Algunos parecen Marcos Peña hablando de la herencia. Diciendo 'tenemos que hacer esto o lo otro para que no vuelva el kirchnerismo'. Estamos diciendo lo mismo.

Construir una agenda

Ahora hay que construir una agenda, una política consensuada, discutirla, que todas las partes representadas del Gobierno sean escuchados y que se asuma la conflictividad política que exige esa agenda.

Y a partir de ahí se va a movilizar la sociedad, porque no se puede utilizar como excusa que la sociedad no se moviliza.

Por tanto, algunos entienden que al no movilizarse la sociedad masivamente no está reclamando que se vaya por más.

Desconociendo que las sociedades se movilizan cuando además de tener una agenda política para hacerlo, tienen una conducción política.

Es increíble que quienes se dicen peronistas desconozcan la conducción política en el accionar de la sociedad.

La unidad no se construye enunciándola. "Unidad para defender la democracia y los derechos humanos, unidad para repudiar las persecuciones políticas", dice este texto que suma a la reflexión. Tienen presa Milagro Sala todavía. Hay que cuidar la unidad para cuidar la democracia y hay 18 millones de pobres.