En su columna, Fernando Borroni criticó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y advirtió que hoy "comienzan tiempos de lamento" para el pueblo argentino.

La columna completa de Fernando Borroni

Que el pragmatismo no mate la política. El pragmatismo debe ser la parte, no el todo. Cuando todo vale uno es porque nada vale nada. Cuando todos valen uno nadie vale nada. 

Da lo mismo el que fuga, que el que paga, el que endeuda o el que tranza. Da lo mismo si robaste o si fuiste robado.

Total, en algún puerto siempre vas a encontrar resguardo en nombre de la responsabilidad.

El resguardo al ladrón se lo da la víctima, que para dejar de ser víctima cuando acuerda con el ladrón en nombre de la defensa de un dinero que no es ni del ladrón ni de la víctima. 

A partir de hoy, el Gobierno nacional dejará de tener oposición política. Sólo tendrá oposición mediática. No la confundamos.

La noticia es que la clase política de derecha, de centro y algunos que se dicen progres nacionales y populares, aunaron fuerzas para responder a una sola política. 

Lo que empezó con "mi amigo Horacio", con el retroceso de Vicentin, o con el "Héctor, vos no me vas a dejar mentir", se corona con un Juntos por el Cambio y una parte del Frente de Todos levantando la mano hoy en nombre de la responsabilidad. 

¿Responsabilidad ante quién? 

El acuerdo con el fondo que era inevitable pero este acuerdo se podría haber evitado si entre tanta lucha que se dio se hubiese puesto en juego otro escenario.

Pero ojo, si no acompañás a este gobierno tibio de toda tibieza, algunos te tildan de irresponsable y de hacerle el juego a la derecha. Mientras tanto la derecha que saqueó a la Argentina hoy va a aplaudir de pie. 

"Hay que refinanciar el saqueo, era inevitable". Vuelvo a lo mismo, hoy el acuerdo era inevitable pero hace años atrás se podría haber trabajando en otra cosa. Qué lástima que haya sido más cierto el "mi amigo Horacio" que el "mi amiga Cristina". No es la primera vez que nos pasa esto como sociedad. 

El Gobierno logró lo que quería: la unidad de los argentinos. Los dirigentes políticos a la altura de las circunstancias. Todos unidos. La UIA, los medios opositores, la Sociedad Rural, Juntos por el Cambio, la CGT, los comerciantes, el Fondo Monetario Internacional, las telefónicas, las empresas de servicios. Por fin, los argentinos y argentinas están unidos y el fondo más feliz todavía. 

Se están recortando en el colchón equivocado. Los mismos empresarios que hoy celebran el acuerdo con el fondo son los mismo que no quieren bajar el precio de los alimentos.

Los medios opositores que hoy celebran el acuerdo con el fondo son los que te atacan todos los días con mentiras.

Los del campo que hoy te dice que arregles con el fondo, no quiere pagar más retenciones y las mismas empresas que dicen vamos a negociar con el fondo, se fugan la plata afuera del país. 

No pueden controlar un precio en el supermercado y nos quieren contar que le van a poner límites al Fondo Monetario. Hasta algunos salieron a deslegitimar lo que hizo Néstor durante su gestión. 

Quedan dos años de gobierno de la mano del fondo, de la mano de Morales y de la mano de aquellos que con tal de no perder una banca, se van a callar.

Pero, como siempre, los pueblos siempre vuelven.

Habrá que recuperar la política una vez más y defender los derechos para que alguna vez aparezca alguien que nos diga "vengo a proponerles un sueño" y que lo cumpla.

La clase política hoy tiene su día de fiesta. La política popular comienza una etapa de lamento.