La muerte de Drayke Hardman, el niño de 12 años que se suicidó haces unas semanas en Estados Unidos tras sufrir constantes ataques por parte de sus compañeros, reabrió una serie preguntas y reclamos. Especialistas vuelven a alzar la voz, piden que el bulliyng sea tratado como un tema de salud pública e insisten en las consecuencias a corto y largo plazo de esta afección. Tanto en las víctimas como en los victimarios. Y en que, si se hace un abordaje integral, es una problemática que se puede prevenir.

Sobre este tema trabaja, desde 2010, el Equipo Anti Bullying Argentina (ABA). La organización surgió a partir de una investigación de la problemática a nivel mundial. De esa tarea, realizaron una serie de prácticas eficaces, y con ese bagaje trabajan en escuelas, tanto públicas como privadas, a través de programas y charlas de sensibilización y concientización.

Una de sus fundadoras, la psicóloga infantojuvenil Candelaria Irazusta, explicó en AM750 que "hay investigaciones que demuestran que el bullying tiene efectos a largo plazo. Por ejemplo, en la adultez. No solamente en los niños víctimas, sino también los agresores".

"Por eso decimos que es un tema de salud pública. En la medida en que lo podamos abordar de manera preventiva se van a prevenir un montón de consecuencias que sea que se muestran los años posteriores. Esto no es un tema en el que el chico termina la escuela y, si fue víctima de bullying durante toda su escolaridad, se detiene el problema", agregó la actual directora de WARC Foundation.

Y explicó: "Los chicos agresores tienen más posibilidades de involucrarse en actos delictivos que chicos que no lo fueran. También de ser eventualmente personas violentas en su ámbito íntimo, en el ámbito de la pareja, en el ámbito familiar".

Efecto cascada: el trabajo sobre los adultos

El trabajo en la casa

"El bullying comienza en casa", dijo, por su parte, la licenciada en Psicología y especialista en psicología clínica infantojuvenil María Mercedes Pagliotti. La especialista destacó lo fundamental que resulta un cambio de paradigma puertas adentro.

Es que este tema fue tratado, de hecho, por los padres de Drayke en una carta pública difundida tras su muerte. "¿Por qué este chico merecía tratar a mi hijo como si no fuera humano? Qué sucederá con él y sus cobardes amigos basuras convertidos en defensores del odio. ¿Son los padres? No tengo las respuestas, pero sé que ¡esto tiene que parar ahora!", escribió.

"Si los niños se acostumbran a escuchar a sus familiares criticando a alguien, riéndose de otro, siendo duros con su imagen corporal, diciéndoles que no se junte con tal persona, van a reproducir lo mismo afuera. Ellos en general hacen activo lo que sufrieron pasivamente", insistió Pagliotti.

Y agregó: "Resulta fundamental que desde casa se le enseñe a los niños como tratar a los demás, y marcar pautas de convivencia. Educarlos desde la óptica de la inteligencia emocional, pudiendo construir una personalidad empática. Con habilidades sociales, pudiendo autorregularse y conocerse para poder tomar mejores decisiones a la hora de generar vínculos".

El trabajo en las escuelas

En tanto, Irazusta aseguró que desde el Equipo ABA siempre focalizan su trabajo sobre los adultos. "Nosotros priorizamos el trabajo sobre los adultos. En su capacitación y la formación para que después en cascada se vaya trabajando con las herramientas que nosotros les damos", dijo.

"Las autoridades de las escuelas tienen un rol clave. Se sabe que el bullying está influido por una micro dinámica de una macro dinámica. Cuando hablamos de micro dinámica tiene que ver con las situaciones que pasa al interior del aula. Y macro dinámica con todas las cuestiones que hacen a lo institucional", especificó.

"El rol de docentes es fundamental, no solamente para detener una situación de bullying, sino también para hacer que no se haga crónico, para hacer que esta situación se vuelva cada vez más compleja y enraizada. Y es difícil intervenir", apuntó.

Sin embargo, desde la organización destacan que no alcanza con el rol docente. "Los directivos son quienes conducen, y son quienes también tienen capacidad de decisión respecto a cómo se van a trabajar cuestiones relativas a la convivencia. Así que su rol es fundamental, la de los adultos, los directivos y los docentes, los dueños".

El trajo a nivel estatal

Apuntada, entonces, la necesidad de trabajar en los hogares y en las escuelas, se abre un tercer punto: el trabajo a nivel comunitario, a nivel estatal.

Este punto lo analiza María Zysman, licenciada en Psicopedagogía y presidenta de la asociación civil Libres de Bullying. Por AM750 aseguró que "los chicos que son victimizados, del mismo modo que quien victimizan, a veces necesitan un abordaje individual. Luego está el abordaje grupal y también está el abordaje a nivel social".

"Tenemos que pensar que vivimos en una época que le está proponiendo a los chicos que el más fuerte es el que tiene las de ganar. Y que cualquier persona que no encaje en un contexto es señalado con el dedo", comentó sobre el último de los ítmas.

Y dijo: "Me parece que ahí hay un planteo que va mucho más afuera de la escuela. Aquellos en relación con los estereotipos de belleza, los modelos de cómo hay que ser, que lo transmitimos a los niños, niñas, adolescentes".

¿Cómo detectar rápido los casos de bullying?

Las tres especialistas elaboraron una serie de características que se deben tener en cuenta para detectar de manera temprana posibles casos de bullying. Es indispensable, para esto, que los padres y madres presenten especial atención a los siguientes cambios de comportamiento de los niños y niñas. "Todos los cambios nos pueden indicar que algo está pasando", aclaran.

  • "Cambios en su manera de mirar a los demás".
  • Caída de ánimo. "Se apagan", dice Zysman.
  • "Es un chico el fin de semana y otro de lunes a viernes".
  • Cambios en el sueño: duermen mucho o no duermen nada.
  • Tienen pesadillas.
  • Se ponen muy selectivos con ciertas cosas.
  • Aumento de la ansiedad en el corto plazo.
  • "Tiene algo que se llama el 'síndrome del domingo a la tarde'", explica Irazusta.
  • Retraimiento, "dejan de compartir lo vivido durante el día", dice, por su lado, Pagliotti.
  • Se acrecienta la vergüenza y la angustia se hace más notoria.
  • Modificación de hábitos ya adquiridos, como el aseo personal, el apetito, la rutina del sueño.

"Si como adultos notamos algún cambio en alguna de estas áreas o suponemos que podría existir una situación de bullying, debemos involucrarnos cuanto antes. Incluso anticiparse es un recurso clave para cuidar las infancias. Es bueno dar herramientas desde muy chiquitos para que puedan defenderse, así como también no ser los hostigadores", comenta al respecto Pagliotti.

¿Qué hacer frente a un caso de bullying?

¿Cómo acompañar a los niños y niñas víctimas de bullying? Tras detectar que hay casos de acoso escolar, esta se vuelva una pregunta indispensable.

Zysman pone el punto principal en la importancia de "sacarle al niño o niña víctima de bullying la responsabilidad". "Muchas veces los chicos no quieren ponerse en ese lugar, porque se los considera tontos, débiles, flojos, diferentes. Entonces lo que necesitamos es sacarlos de ese punto de identificación con la causa y entender que es el contexto el que los llevó a estar ahí", explicó.

"Contarles que los otros los que ven en él cosas que no necesariamente son verdad. Y poder acompañar el sufrimiento y acompañarlo en la confianza que tuvo en nosotros para poder decirnos lo que le pasaba", agregó.

En este sentido, fue tajante: "Lo peor que podemos hacer es minimizar el dolor de un chico o una chica en esta situación. Tampoco hacer un escándalo frente a todos los demás. Transmitirle toda la calma del mundo y la confianza en que vamos a intervenir de manera tal de protegerlo y de modificar esa situación en la que está".

Por su lado, Irazusta señaló: "Todo lo que apunta a quitar el estrés y que sentir que pueden hacer las cosas sin ser criticados, que en su casa lo están conteniendo, lo escuchan, bancarse que llore. Todo eso colabora a que pueda estar en un entorno seguro, protector y descansar".

También retomó un punto que adelantó Zysman: "Es fundamental trabajar la desculpabilización. Porque si no el chico está en un estado de más frustración porque está en un problema que no puede salir solo".

Por último, Pagliotti recomendó: "Si notamos alguna situación de hostigamiento, tenemos que acompañar, estar presentes, apuntalar al que está siendo víctima. Preguntando, prestándole palabras para que pueda comenzar a nombrar aquello innombrable. Pasar tiempo de calidad a solas. Y también pensar en la intervención de un profesional capacitado".