En su columna, Fernando Borroni reflexionó sobre la falta de información sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania.

La confusión es un negocio en este momento en donde la humanidad está en guerra más allá de la territorialidad donde esta se desarrolle. La falta de información es un negocio para algunos. Lo primero que podríamos decir es que el poder dominante no solamente construye un relato sobre lo que está sucediendo entre Rusia y Ucrania, sino que al mismo tiempo ese relato lo construye sobre conceptos y elementos preinstalado desde hace mucho tiempo que ahora entran en juego y quieren escribir las páginas de los libros de historia. 

Podemos entrar en muchas discusiones, pero humildemente uno cree que lo mejor que podríamos hacer es salir de esta lógica de lo binario. No porque no existan más o menos responsables, más o menos culpables y más o menos inocentes. Pero para el análisis hay que jugar más cartas. 

Quiero poner en juego algunos conceptos que expresa Cristina Kirchner en su Twitter para pensar esta guerra. Quiero poner en juego la idea de la supremacía. Uno nunca puede estar a favor de que aquel que tenga más poder y que tenga elementos económicos y militares se imponga sobre los más débiles. 

La idea de supremacía en política no está del todo bien cuando esta se ejerce. Ucrania claramente es mucho más débil frente a la supremacía de Rusia. Creo que es un elemento a tener en cuenta para decirle a Rusia que pueden tener razón en el planteo, pero la supremacía que tienen los constituyen opresores, más allá de razón que tengan. Ahí hay un punto para entonces empezar a poner un límite a esta guerra. Pero también está la supremacía de Estados Unidos, que a través de la OTAN presiona a Ucrania. Entonces, Ucrania, lejos de ser simplemente una víctima, porque hay otros elementos a analizar, si es en este caso víctima de la supremacía de Estados Unidos y de la supremacía de Rusia.

Otro concepto que quiero abordas es el de la autodeterminación de los pueblos. Que los pueblos puedan decidir su propio gobierno, su propia lógica económica, social y cultural. Y de esto hablaba Cristina Kirchner en el tweet. Si uno de alguna manera creen que los pueblos pueden determinarlo todo y ese todo incluye a qué país quieren pertenecer se viola la integridad territorial. Como dice la vicepresidenta en el tuit, si nosotros decimos, por ejemplo, la zona del Donbass, esos países que forman parte de Ucrania pero quieren ser Rusia, que son países separatistas, si uno se pone de la lógica en la defensa de estos países, debiera entonces decir que los kelpers en Malvinas tienen derecho a decir queremos ser parte de Gran Bretaña. Se entiende que la discusión es mucho más amplia. 

Seguramente los países separatistas tengan motivo en sus reclamos, pero insisto, la discusión es mucho más amplia. Vivimos bajo un lenguaje que está colonizado, bajo conceptos colonizados y bajo instituciones internacionales que son la estructura del poder dominante. 

Y cierro con un par de preguntas porque hacen de esta guerra. ¿Qué es la OEA? son los aplaudidores de los golpes de Estado financiados y construido desde las embajadas de los Estados Unidos. Son cadetes de los Estados Unidos que solo firman un documento condenatorio a todo país que no responde a las lógicas imperiales que aún tienen los Estados Unidos. Qué son las Naciones Unidas sin otra cosa que la parte internacional del poder dominante de los Estados Unidos. ¿Qué es la OTAN si no que la lógica expansionista de los Estados Unidos? Hoy los medios del poder real dicen Rusia es expansionista pero no, la OTAN es expansionista. 

Estas instituciones que hoy están hablando de paz y condenando a Rusia son las que se robaron el concepto de libertad, son las que instalaron un concepto de terrorismo, son las que construyeron demonios a lo largo de la historia y son los que dicen nosotros sólo queremos defender los derechos humanos. Si analizamos la realidad con estos elementos, con estos conceptos y bajo esta coyuntura, realmente estamos en problemas.