La cifra es abrumadora: en los primeros 45 días de 2022, los incendios en Argentina arrasaron 180 mil hectáreas, sin contar las 800 mil que se quemaron en Corrientes en las últimas dos semanas que desataron un verdadero drama en la región. Un informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) afirma que la mayoría de las áreas pertenecen a esteros. Además, según un relevamiento del Ministerio de Ambiente, hay otras 13 provincias en emergencia hídrica.

Entre el 1 de enero y el 15 de febrero se quemaron 258.794,3 hectáreas en todo el país: en los primeros 45 días del año, las dos provincias más afectadas por los incendios forestales fueron Corrientes – con 81.204 hectáreas – y Chubut, con 80.165, según el Ministerio de Ambiente. En los últimos días, sin embargo, las llamas arrasaron Corrientes y según estimaciones, el fuego consumió unas 800 mil hectáreas.

En diálogo con AM750 y Página/12, el viceministro de Ambiente, Sergio Federovisky, describió la situación de Corrientes como “sumamente adversa”. “Desde el punto de vista climático, la sequía lleva más de dos años, hay zonas especialmente afectadas por la falta de precipitaciones, hay estrés hídrico de la vegetación por el aumento de la temperatura”, indicó.

Los incendios en Corrientes

Según el último reporte del Ministerio de Ambiente, emitido este miércoles 23 de febrero, en la provincia de Corrientes había 10 focos activos y apenas uno contenido. Las zonas afectadas son Curuzú Cuatiá, Santo Tomé, Loreto, Virasoro, San Miguel, Alvear y Carlos Pellegrini, entre otras.

Para Federovisky, la situación es preocupante porque debido a la sequía los terrenos pueden arder con facilidad. Pero aún más porque aún por estas horas, a pesar de la alerta, todavía hay actividades productivas que utilizan al fuego como herramienta. “Eso eleva el riesgo”, sintetizó el viceministro.

De hecho, el uso de fuego como herramienta para limpiar campos o quemar pastizales ya había desatado feroces incendios en distintos puntos del país: en 2020, la provincia de Córdoba también se vio arrasada por las llamas y decenas de focos activos. Un informe del Instituto Gulich, de la Universidad Nacional de Córdoba, alertó que en las últimas dos décadas hubo 5.300 incendios que afectaron a 700 mil hectáreas.

La contrapartida es el lento o nulo avance de la Justicia: en el caso de Córdoba, a lo largo de 20 años sólo hubo 25 causas penales y apenas dos condenados. En Corrientes, según el Ministerio Público Fiscal provincial se iniciaron 75 causas a raíz de denuncias por incendios rurales que podrían ser intencionales.

Focos activos, tierra arrasada y cambio climático

Un informe de los investigadores del INTA Griselda Saucedo, Ruth Perucca y Ditmar Kurtz publicado días atrás precisa que de las casi 800 mil hectáreas quemadas, unas 245 mil (el 31 %) pertenecen a esteros y otros bañados. Además, cerca de 164 mil son malezales. Un 7 por ciento es vegetación de valles aluviales y un 4 % de las hectáreas (cerca de 29 mil) pertenecen a bosques nativos. Otras 31.265 son bosques cultivados.

De acuerdo con el relevamiento, la zona más afectada es Ituzaingó, con más de 140 mil hectáreas quemadas, aunque San Miguel tiene el mayor porcentaje de superficie afectada, ya que supera el 30 %. En total, se estima que un 10 por ciento de la superficie de Corrientes fue afectada.

Federovisky alerta por el avance del cambio climático y si bien recuerda que la mesopotamia siempre tuvo problemas con el fuego, aclara que esta no debiera ser una época compleja en ese sentido. “Hay fuegos que no debieran existir, una de las consecuencias del cambio climático es que las temporadas de fuego dejaron de ser estancas, son más dinámicas y se extienden a todo el año”.

"El fuego ya no es como hace 30 años"

En este contexto, la Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió que la posibilidad de incendios forestales que arrasen se incrementará entre un 31 y un 52 por ciento a lo largo de este siglo. De hecho, en el Ministerio de Ambiente suelen repetir que el 95 por ciento de los focos son intencionales y prácticamente no se originan de forma natural.

“El fuego ya no es aquel incendio forestal de hace 30 años que se combatía con mangueras, es producto directo del cambio climático y exige otros abordajes”, afirma Federovisky, que advierte que se debe construir una “mirada global” del problema.

“Creer que esto nos pasa sólo a nosotros y que demuestra el fracaso del Estado o del Gobierno es no tener un abordaje integral: en Corrientes se quemaron 800 mil hectáreas. En Australia se quemaron 23 millones en 2020 y no creo que podamos decir que fracasó el gobierno australiano. En Canadá, 4 millones. Estados Unidos, que tiene el servicio forestal más profesional y mejor equipado del mundo, todos los años se quema la costa oeste y en California se producen desastres”, plantea el viceministro.

Cinco datos sobre los incendios en Argentina

  • En los primeros 45 días del año se quemaron más de 80 mil hectáreas
  • En los últimos días, la cifra trepó a 800 mil.
  • Hasta este miércoles había 10 focos activos de incendios.
  • Hay 15 provincias en emergencia hídrica: Buenos Aires, Chaco, Chubut, Catamarca, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, San Juan, Santa Fe, La Rioja, Misiones, Tucumán y algunos municipios de Córdoba.
  • Según el INTA, de las 800 mil hectáreas quemadas en Corrientes el 31 % están en esteros y otros bañados.