El expresidente brasileño, Luiz Inácio “Lula” da Silva, ratificó este martes que sigue en pie la posibilidad de formar una fórmula presidencial con el exgobernador de São Paulo, el centrista Geraldo Alckmin.

“Si Alckmin como mi vicepresidente me ayuda a gobernar, no veo ningún problema en que él sea mi vice. Las diferencias se dejarán de lado, porque el desafío, más que ganar, es arreglar Brasil”, declaró el líder del izquierdista Partido del Trabajadores (PT), en una entrevista con la emisora ​​de radio Banda B de Curitiba.

Para eso, según dijo, todavía falta oficializar su candidatura y que Alckim elija un partido. En diciembre, Alckmin abandonó el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) en el que militó durante 33 años, e inició negociaciones, todavía en curso, con el Partido Socialista Brasileño y el partido Solidaridad.

Cuando le preguntaron si estaba dispuesto a dialogar con los sectores políticos que apoyaron la destitución de Dilma Roussef en 2016, Lula respondió: “Si no hablas con los que apoyaron el golpe, no tendrás con quien hablar, porque lo apoyó el 90% de la clase política”.

El presidente brasileño subrayó que el congreso tiene un rol clave en temas como la asignación presupuestal y por eso quien llegue al gobierno en 2023 deberá negociar con todas las bancadas.

"Si tengo que conversar con el que votó por el impeachment de Dilma, conversaré. Yo tengo que pensar el país del futuro, no en el país de 2014, de 2015, de 2016. Deberá ser construido un país con nuevas actitudes", señaló Lula, favorito en todas las encuestas.

La periodista le preguntó a Lula por la candidatura del exjuez del Lava Jato, Sergio Moro, que en 2018 lo envió a prisión en Curitiba, desde donde se emitió la entrevista.

"Es un muñeco de barro que se está desmoronando. Yo por ahora no lo considero ni candidato, que se exponga más en las entrevistas, que quede desnudo, porque sin el cargo de juez no vale nada", criticó.