Alberto Fernández defendió a Cristina Kirchner en el juicio que enfrenta la vicepresidenta por el supuesto direccionamiento de la obras en la provincia de Santa Cruz para favorecer al empresario Lázaro Báez. En su declaración como testigo, el Presidente afirmó que “nunca hubo distribución arbitraria de la obra pública”.

Fernández llegó pasadas las 9 de la mañana a los tribunales federales de Comodoro Py para declarar como testigo, en una audiencia que debió ser pospuesta debido a su gira por Rusia, China y Barbados, de la que regresó la semana pasada.

El Presidente cuestionó la causa judicial contra Cristina Kirchner y sostuvo que llama la atención “el sentido de la causa”, porque “se discuten decisiones políticas no judiciables”.

Nunca hubo una distribución arbitraria de fondos”, sostuvo Fernández, quien puntualizó que “es muy difícil hacerlo en un Presupuesto, porque todas las provincias pelean por su parte”.

Además, Alberto Fernández remarcó que “pensar que un jefe de Gabinete está al tanto de todo es un disparate”, y remarcó que por su cargo “se ven los grandes números, lineamientos políticos y ver que eso se cumpla”.

"Definitivamente no", respondió Alberto Fernández ante preguntas del abogado defensor de la actual Vicepresidenta, Carlos Beraldi, sobre supuestas instrucciones para favorecer a Santa Cruz con las obras.

El juicio a Cristina Kirchner y la declaración de Alberto Fernández

Cristina Kirchner fue enviada a juicio oral por la causa que investiga supuestos hechos de corrupción durante su gobierno. En concreto, el desvío de fondos para favorecer a Lázaro Báez otorgando proyectos de obra pública en Santa Cruz.

La acusación es que de 81 tramos de rutas, 51 estuvieron a cargo de empresas vinculadas a Báez. Si bien se dijo que no se habían realizado, en verdad las pericias y auditorías de Vialidad Nacional durante el macrismo que indicaron que entre lo pagado y lo construido sólo hubo un 0,01 por ciento de diferencia, y que las obras estaban bien hechas.

La declaración del Presidente era muy esperada porque fue jefe de Gabinete de Cristina hasta 2008. De hecho, por Comodoro Py ya pasaron como testigos en esta causa Juan Manuel Abal Medina, Aníbal Fernández y Jorge Capitanich. La semana que viene será el turno de Sergio Massa.

La clave de la causa además es que las obras asignadas a Báez o empresas de las que él era socio fueron aprobadas por el Congreso en las sucesivas leyes de Presupuesto.

En ese caso, la responsabilidad en caso de haber irregularidades sería del Congreso en su totalidad, y no del Presidente, que además aprobó la Cuenta de Inversión, o sea, el “visto bueno” los gastos e ingresos del Estado.

Además, hubo dictámenes de la Auditoría de la Nación que aprobó los gastos en la gestión de Cristina, según publicó Página/12.