Después de un mes en que se produjo el hackeo del sistema informático del Senado nacional, los técnicos que trabajaron para restablecer el servicio le aseguraron este miércoles a que "los sistemas más importantes están en plena actividad" y que las sesiones de la Cámara Alta, que arrancan en 15 días con una sesión preparatoria, no corren ningún riesgo porque esa parte del sistema nunca fue afectada.

El hackeo ocurrió el 12 de enero a las 4 de la madrugada. La modalidad de los piratas informáticos fue la de "ransomware", es decir, se instaló un virus que impide a los usuarios acceder al sistema o a sus archivos.

El grupo que realizó el ciberataque se identificó como "Bice Society" y dejaron un cartel donde aclaraban que para recuperar los archivos debían ser contactados en la Dark WebSe trata hackers que no tienen una nacionalidad en particular, sino que van atacando a distintas empresas y organismos en diversos lugares del país.

El antecedente, en este caso, fue un intento fue en julio de 2021, cuando el Senado funcionaba en forma remota a causa de las restricciones por la pandemia del coronavirus. 

Recompensa

En general, cuando estos grupos de hackers atacan los sistemas de las instituciones públicas o empresas, suelen pedir algún tipo de recompensa para liberar el sistema que ellos mismos encriptan.

"Pero las autoridades del Congreso, por definición, no acceden a ese tipo de extorsiones. Lo empezamos a solucionar en el mismo momento en que vimos el hackeo", contó uno de los técnicos encargados de reestablecer el normal funcionamiento del sistema.

La Cámara Alta informó a través de su cuenta de Twitter: "Los piratas secuestran la información y luego piden un rescate", pero "en el caso del Senado de la Nación toda la información sustraída es pública y se encuentra al alcance de todos y todas dentro del sitio de transparencia".

"El proceso consistió en reconstruir nuevamente el sistema, con una seguridad extra. Pero ya en los primeros días luego del ataque, la parte administrativa y la liquidación de sueldos, por ejemplos, estaban funcionando", contó la fuente consultada.

En un primer momento, los senadores y la propia vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchnerno podían acceder a sus correos electrónicos. Pero a medida que se fueron reincorporando a las actividades luego de las vacaciones -de hecho, el hackeo ocurrió cuando el Congreso estaba en receso- cada legislador tuvo que pasar por la oficina de sistemas y ahí les entregaron una nueva clave.

"No hubo información sensible que haya desaparecido", aseguran los técnicos. La explicación es que toda la información que hay allí es pública, por las leyes de transparencia.

Nuevos sistemas

El ciberataque sirvió para acelerar el cambio de computadoras que tienen los sistemas operativos más viejos, algo que ya estaba previsto desde el año pasado, así como en la instalación de nuevos sistemas de recuperación que fueron entregados hace dos semanas y que se compró a raíz de la amenaza de julio de 2021.

"Que no vuelva a suceder es difícil, por eso lo importante es tener un sistema acorde para recuperarse frente a este tipo de problemas", precisó la fuente consultada.