“La Patagonia está en peligro", dijo Jorge Rachid tras sufrir varios días de hostigamiento por parte de la seguridad del empresario británico Joe Lewis mientras participaba junto a un grupo de manifestantes de la Sexta Marcha de Expedición por la Soberanía a Lago Escondido, Rio Negro, que el magnate mantiene bloqueado desde hace años.

"Indudablemente hay un proceso de ocupación de tierras y de cooptación de autoridades provinciales, judiciales e institucionales que va funcionando alrededor de los poderes concentrados", afirmó el médico sanitarista en comunicación con La García.

Rachid contó cómo fueron los hechos vividos durante la marcha en la que manifestó que se encontraron más de 40 con personas encapuchadas. "Nos pincharon un bote y empezó un proceso de discusiones", detalló.

Los participantes de la manifestación sufrieron agresiones por parte de personas armadas que decían responder a Lewis, una información se conoció a través de una denuncia realizada el domingo pasado por parte de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. "Fue una marcha en defensa soberanía nacional", explicó el médico.

Tras 14 horas de mareos y descompensación, Rachid debió ser rescatado en helicóptero de la zona de Lago Escondido para ser asistido en San Carlos de Bariloche.

Denuncia a empleados de Joe Lewis

Un grupo de abogados denunció penalmente a los empleados de Lewis por “privación ilegal de la libertad, actos de piratería y sedición y atentados contra la soberanía nacional.

“Denunciamos los delitos cometidos contra el Dr. Jorge Rachid y adherentes de la Fundación FIPCA mientras se movilizaban hacia Lago Escondido y la afectación a la Soberanía Nacional, por un ejército privado que respondería a las órdenes del inglés Joe Lewis", dijo Daniel Llermanos, abogado que integra el Grupo de Abogados Solidarios, a través de un posteo de Twitter. 

https://twitter.com/danielllermanos/status/1490970474074951680

Según detalla el documento, el domingo “la movilización arribó a la cabecera norte” y el contingente fue allí interceptado, hostigado y privado de su libertad por aproximadamente 50 hombres, a caballo y armados, organizados por una persona que ejercía el mando y que fuera identificada como Nicolás van Ditmar”.

Esa situación, “obligó a los miembros de la expedición a intentar replegarse hacia la cabecera sur del lago, donde pasaron la noche en condiciones de precariedad y con grave riesgo para la salud de las víctimas”. El documento además agrega que la situación se agravó cuando dos policías de montaña tomaron la decisión de abandonar el lugar dejando a las personas sin ninguna clase de protección.