En su columna, Fernando Borroni analizó los primeros dos años del gobierno del Frente de Todos y sostuvo que, si no cambia el rumbo, será difícil que la coalición sea reelecta en las elecciones presidenciales del 2023.

Quiero ponerme a pensar en el 2023. Es apresurado, podrán decir algunos, pero como las resultantes electorales son la consecuencia de un recorrido político, a veces hablar del recorrido político que se está llevando adelante es hablar al mismo tiempo de las elecciones. 

Por tanto, no es apresurado. Eso no quiere decir que uno se olvide de todo lo que está sucediendo en el presente. Todo lo contrario. 

Lo que me preguntaba en ese sentido es cuáles son las diferencias entre el gobierno del Frente de todos y el gobierno de Juntos por el Cambio. Cuando ponemos a analizar esas diferencias, podemos ir encontrando algunas respuestas para las preguntas de qué va a pasar en el 2023 sin hacer futurismo. 

No estoy de que en Frente de Todos y Juntos por el Cambio son lo mismo gobernando. Nada que ver. Sería una falta de respeto al sentido común. Pero sí quiero hacer planteos, abrir interrogantes, para ver cuáles son las diferencias estructurales que representa Junto por el Cambio y el Frente de Todos.

Críticas a Macri

El gobierno de Mauricio Macri administraba el Estado para ponerlo al servicio de la empresas privadas y de los negocios. El gobierno del Frente de Todos, por ser un gobierno popular, pone al Estado al servicio de los intereses y en defensa de los derechos de las grandes mayorías, de la minorías postergadas y sobre todo de los más débiles.

Está claro que la concepción del Estado es muy distinta. Por eso aparecen los programas sociales con el gobierno de Frente de Todos. Por eso vuelve a aparecer Conectar Igualdad, Progresar, Procrear, porque se piensa precisamente en reactivar una economía a partir de darle instrumentos a aquellos que menos tienen y que más lo necesitan. 

También el Estado del Frente de Todos es un Estado que no reprime a como lo hacía sistemáticamente el gobierno de Mauricio Macri. Podemos encontrar entonces muchísima diferencia, porque son bien distintos en cuanto al rol del Estado y a la mirada que tienen de él. 

Ahora yo quiero centrarme en las estructuras y si el gobierno tuvo tiempo de tocar la estructura del poder comunicacional en la Argentina. La respuesta es no.

Me pregunto si estructuralmente se tocó al poder económico en la Argentina. La respuesta es no. ¿Se transformó la estructura judicial? Tampoco. ¿Se transformó la estructura tributaria o los monopolios de los alimentos? No. 

Si bien está claro las enorme diferencias que hay entre un gobierno y el otro, cuando ponemos a discutir un modelo, nos encontramos que las estructuras del modelo que se tuvo a Macri son las estructura del modelo que hoy sostiene el Frente de Todos.

Aquí hay un problema si vamos a querer discutir un modelo de aquí a dos años porque cambio de modelo no se ve. Hay un intento de emparchar los desastres que dejó Mauricio Macri y en plena pandemia esto se hizo más difícil. 

Quiero preguntar, ¿Le alcanza al Gobierno con lo hecho hasta hoy para una posible reelección en el 2023? ¿Le alcanza con una lógica de emparparche para poder convencer y seducir a aquellos que lo votaron en 2023?

¿Le alcanza con un crecimiento económico que hasta ahora no es un crecimiento estructural? 

Quizás no alcance.

¿Si no damos grandes batallas qué queda?

¿Si no se toca la estructura de poder real qué queda?