En su columna de La Mañana, Fernando Borroni se metió de lleno a analizar las internas dentro del Frente de Todos y planteó los desafíos del Gobierno de cara a 2023.

Las tensiones políticas que se dan en este presente abundan en la Argentina. Sobre todo dentro del frente de Gobierno. Son lógicas y necesarias.

¿Qué hacemos con estas tensiones, sobre todo si van a ir creciendo a medida que pasa el tiempo?

Cuando se dice que está en juego algo muy importante en la Argentina es porque es ni más ni menos que la posibilidad de que vuelva a gobernar la derecha por más de cuatro años. Uno se da cuenta que el debate es muy importante.

La oposición tiene tensiones internas, pero tiene claro que va por todo, que ahora se juega a todo a nada para ganar en 2023. Si hizo todo lo que hizo la oposición en plena pandemia en los primeros dos años de gobierno, imagínense lo que son capaces de hacer en los próximos dos años.

Hay tensión en el frente de gobierno y una oposición desbocada.

¿Cuál es el rol como sociedad que se quiere politizada? ¿Cuál es aquel accionar que va a contribuir a cuidar lo mas preciado, poder defender un modelo de país expresado en un gobierno que puede hacer mejor o peor las cosas, pero que está claro que no es aquello que tenemos en frente?

El gobierno tiene la obligación de gobernar fuertemente a su pueblo, seducir y convencer para volver a ganar en 2023, con el candidato que se determine.

¿Qué se puede aportar? Ser espectadores no. Hay que recorrer un camino de madurez política, y salir de la idea de que el peronismo y el kirchnerismo son espacios aparte que se pelean entre ellos, salir de Alberto vs. Cristina.

Existen tensiones, no hay que negarlas, pero no hay que perder la vista la batalla importante: que un gobierno popular siga gobernando la Argentina. Porque ocho años e Larreta o Morales puede ser trágico.

¿Se puede discutir gestión y no nombres, y no sectores que se expresan en un espacio? ¿Se puede discutir representatividad política? Es parte de los desafíos, no discutamos nombres, sino políticas. No entremos en la lógica de los titulares de los diarios.

El gobierno deberá gobernar para el pueblo, pero al mismo tiempo crear conciencia en ese pueblo, dar las batallas necesarias y comprometerse con ganar. Para eso, lo mejor es que las tensiones sean visibles, pero cuidadas.

Ya sabemos lo que va a hacer la oposición, lo tenemos clarísimo.