Una de las compañías aéreas más grandes de Europa realizó 18.000 vuelos vacíos para conservar sus derechos de despegue y aterrizaje en algunos de los aeropuertos del mundo, según informó el diario El País.

Ocurre que antes de la pandemia de coronavirus, la Unión Europea exigía a las aerolíneas que utilizase al menos el 80 por ciento de sus franjas programadas de despegue y aterrizaje en los principales aeropuertos para mantener el derecho a seguir operando en dichos aeropuertos.

Debido al brote de la enfermedad, el número fue reducido al 50 por ciento, pero aun así sigue siendo complicado para algunas empresas alcanzar la cuota, debido a que las personas están viajando menos.

Ante esto, el Grupo Lufthansa decidió hacer hasta 18.000 vuelos vacíos (o casi vacíos) para conservar esas franjas horarias. Esto fue posible ya que no existía ningún requisito sobre cuántas personas debían viajar durante estas franjas reservadas.

El malestar en las autoridades europeas no tardó en llegar no sólo por el mal uso del recurso sino además por el impacto que tienen estos movimientos en el medio ambiente: un avión emite aproximadamente 18 kg de dióxido de carbono por cada kilómetro de vuelo.

Lufthansa reclamó  que “necesita más flexibilidad ante el desarrollo de nuevas variantes del virus y las restricciones de viaje, por lo que las exenciones siguen siendo necesarias”, afirmó un portavoz de la aerolínea. 

Sin esa flexibilidad, “las aerolíneas se verán obligadas a volar con aviones casi vacíos solo para asegurar sus slots”. El portavoz subrayó también que los 18.000 vuelos de la compañía no volarán vacíos del todo, sino que llevarán pasajeros y carga, aunque mucha menos de la que sería rentable.