La Justicia australiana rechazó este domingo un pedido oficial para retrasar la audiencia del caso de Novak Djokovic del lunes al miércoles 12 de enero. De este modo, durante esta madrugada (hora Argentina) deberá definir el futuro migratorio del número uno del ténis.
Djokovic se encuentra retenido en un hotel desde el jueves en la ciudad de Melbourne por infringir las reglas del torneo y el país al no estar vacunado contra el Covid-19.
El pedido del Gobierno federal
El juez Anthony Kelly desestimó una presentación de los abogados del Departamento de Interior de Australia.
Lo hizo tras de considerar que la fecha excedía el límite fijado por la Federación de Tenis del país para la eventual inclusión del jugador en el torneo Abierto de Australia (Australian Open) que comenzará el 17 de enero.
Luego de apelar a la cancelación de su visa de ingreso a Australia, Djokovic espera el pronunciamiento judicial para poder ingresar al país y disputar uno de los torneos más importantes de las grandes ligas de dicha disciplina.
Al no estar inoculado, el tenista serbio de 34 años viajó a Melbourne con una "exención médica" que lo justificaría por haber contraído Covid-19 en diciembre pasado, según plantearon sus abogados en el expediente.
En caso de ser deportado, quedaría inhabilitado para ingresar a Australia por tres años, lo cual le impediría participar de los Grand Slam hasta el 2025.
El mensaje del padre de Djokovic
Esta semana, en medio del tenso escenario judicial que tiene en vilo a Djokovic y su entorno, el padre del tenista salió con un duro mensaje. Así, sostuvo el jueves pasado que su hijo "está en cautiverio australiano".
Sin embargo, aclaró que "nunca estuvo más libre". "Se ha convertido en símbolo y líder del mundo libre, del mundo de los países y pueblos pobres y oprimidos", dijo en declaraciones al portal serbio Telegraf.
Sobre la postura de su hijo a rechazar la vacuna contra la covid-19, sostuvo que "esta es la lucha por la libertad del mundo, no es sólo la lucha por Novak, sino una lucha de todos".
