El presidente brasileño Jair Bolsonaro aseguró este jueves que existe el riesgo de que sea "eliminado" en un atentado como el que sufrió en el 2018.

Durante su primera transmisión semanal en vivo en las redes sociales de 2022, el mandatario dijo que cualquier jefe de Estado tiene la preocupación de que lo maten, pero que la Oficina de Seguridad Institucional (GSI) "hasta ahora" ha hecho un buen trabajo.

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Las afirmaciones del mandatario fue en respuesta a una pregunta sobre por qué llevaba chaleco antibala durante la conferencia de prensa que concedió luego de ser dado de alta del Hospital Vila Nova Star, en San Pablo, donde pasó dos días en el hospital por una condición de obstrucción intestinal.

"Que hay riesgo de que me eliminen, eso existe", dijo el presidente, luego de asegurar que no podía revelar las estrategias del equipo GSI para mantenerlo a salvo.

"En 2018 empezamos a crecer en las encuestas electorales y llegó a un punto en el que la otra parte entendió que habíamos ganado las elecciones. Luego intentaron matarme", dijo Bolsonaro, refiriéndose a la puñalada que sufrió en setiembre de ese año en Minas Gerais.

Durante la transmisión, Bolsonaro volvió a decir que "está bien", luego de que desapareciera la obstrucción intestinal, y afirmó que las secuelas en el intestino son consecuencia de la puñalada.

El atentado contra Bolsonaro

El 6 de septiembre de 2018, durante un acto político en la ciudad de Juiz de Fora, Minas Gerais, y mientras era cargado en el aire, Bolsonaro fue apuñalado en la zona del abdomen por Adélio Bispo de Oliveira.

El entonces candidato fue atendido inmediatamente y trasladado al hospital Santa Casa de Misericórdia, ingresando con hemorragia interna, tres perforaciones en el intestino delgado y una lesión grave en el intestino grueso.

Fue operado con éxito y luego trasladado al hospital Albert Einstein, en São Paulo. El autor del ataque fue detenido por la Policía Federal a continuación de los hechos.