Tras varias horas de demoras por una medida de fuerza sorpresiva, el personal del ferrocarril Sarmiento llegó a un principio de acuerdo y resolvió levantar la protesta. Así,  el servicio tiende a normalizarse. Se espera que con el correr de la mañana la línea retome su cronograma habitual.

La medida de fuerza había comenzado de modo sorpresivo este jueves, en reclamo de los trabajadores de la línea contra el testeo de alcoholemia obligatorio dispuesto por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).

A raíz de esta situación, los trenes eran operados por personal jerárquico, lo que provocó cancelaciones de servicios y demoras. Así, en las estaciones ferroviarias se acumulaba gran cantidad de gente que aguardaba para poder viajar.

También en las paradas de colectivos aledañas a las estaciones de trenes el panorama era similar: largas filas de personas esperando para poder subir a los micros. 

Los problemas en el Sarmiento habían comenzado este miércoles. Por la tarde, en pleno horario pico de regreso de la jornada laboral, los guardas de trenes iniciaron una medida de fuerza sorpresiva en rechazo a los testeos de alcoholemia obligatorios, a los que calificaron de "riesgosos" en el marco de la pandemia de coronavirus. 

Edgardo Reynoso, delegado de la línea Sarmiento, señaló en Radio Rivadavia que los tests son “altamente inseguros” y "son un vector del virus". "Todos los trabajadores tienen que soplar y sólo se cambia la boquilla”, explicó.

Los controles de alcoholemia y de sustancias dispuestos por la CNRT son obligatorios. Se realizan  a todas las personas que tienen asignada alguna responsabilidad relativa a la seguridad operativa.