El mundo despide al 2021 con la esperanza de dejar atrás lo peor de la pandemia de coronavirus. Habrá festejos en todo el globo, aunque —por la variante ómicron y su gran contagiosidad— muchas ciudades tuvieron que suspender a último momento las celebraciones masivas y darle la bienvenida al nuevo año de un modo más "íntimo". Eso sí, pese a los imprevistos, en muchos países —como en Argentina— se mantiene el rito de vestirse de blanco para arrancar el 2022 con positivismo y energías renovadas.

Sucede que ómicron, la variante descubierta a fines de noviembre en Sudáfrica, provocó una nueva ola de contagios de covid en todo el mundo, en momentos en que los avances de la campaña de vacunación contra el virus hacían creer que la salida de la pandemia estaba más cerca.

Así, las principales ciudades que se habían preparado para recibir al nuevo año "a la vieja usanza", con grandes fiestas y multitudes en las calles, tuvieron que cambiar los planes a último momento.

Los festejos por la llegada del 2022 

Pese a esta "ola de suspensiones" de fiestas masivas, el arribo del 2022 ya comenzó a celebrarse. Nueva Zelanda fue uno de los primeros lugares en darle la bienvenida, con un show de fuegos artificiales y un espectáculo de luces que se proyectó sobre los monumentos más emblemáticos de Auckland: la Sky Tower y el Harbor Bridge. Eso sí, como se realizó sin público para evitar aglomeraciones de personas, fue transmitido en vivo por streaming.

Australia, donde se registra un fuerte aumento de casos de covid, mantuvo su tradicional show de  fuegos de artificio que se pudieron ver desde el puente del muelle y la ópera de Sydney.

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Más tarde, Nueva York, EE.UU. (donde también hay casos récord de covid), recibirá al 2022  con su ya clásico festejo de NocheVieja en Times Square, aunque por la pandemia lo hará con un aforo de menos de siete mil personas, que deberán usar obligatoriamente mascarillas. 

Año nuevo, de blanco

Otra de las tradiciones que ómicron no pudo empañar es la de vestirse de blanco. Un rito que se cumple en gran cantidad de países y que, en los últimos años ganó adeptos en Argentina. Tal es así que en las vidrieras de los shoppings y centros comerciales los locales de indumentaria muestran opciones de looks "total white" para vestir en la noche de año nuevo. 

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¿Ahora, de dónde surge esta tradición? El blanco es símbolo de pureza. También de renacimiento. Por ser un tono acromático -es decir que posee una luz compuesta por la suma de todos los colores- se dice que atrae nuevas energías. Por ello suele ser usado en el vestuario para comenzar el nuevo año con energía renovadora y positiva. 

Muchos atribuyen también el origen del ritual de vestirse de blanco para recibir al año que llega a una tradición de Brasil. En el país vecino cada año se hace la fiesta de Reveillón, en Copacabana, donde miles de personas -de blanco- se reúnen en la playa para  dejarle  ofrendas de flores y comida a la diosa Lemanjá, protectora los navegantes y madre de los peces que también “protege el hogar y la fertilidad”. 

La ceremonia se hace en medio de un espectáculo de fuegos artificiales, acompañada por el sonido de tambores con ritmos provenientes de Àfrica.

Las ciudades que cancelaron sus festejos

Atenas, en Grecia, canceló los festejos masivos en todos sus municipios. En Berlín, Alemania, la suba de los contagios obligó al gobierno a endurecer las restricciones y prohibir las reuniones para despedir el año.

Londres, capital británica, canceló el evento planeado para Nochevieja  en Trafalgar Square y Edimburgo, Escocia, hizo lo propio con los festejos en los espacios públicos. También Moscú resolvió cerrar al público la Plaza Roja, donde cada año se hacía el tradicional festejo por la llegada del nuevo año.

Por su parte, Francia canceló el habitual show de fuegos artificiales y la fiesta de música electrónica con DJs que todos los años hace en París, sobre la avenida de los Campos Elíseos. Mientras que en Venecia, Italia, se suspendieron los conciertos al aire libre y los espectáculos al aire libre.

Río de Janeiro, Brasil, también suspendió  los eventos masivos y la celebración oficial por la llegada del 2022.