La pregunta nos atraviesa permanentemente: cómo hacemos para que la gran mayoría del pueblo salga de la ignorancia de votar a sus verdugos. Qué estrategia debemos usar, sin traicionar nuestra conciencia, para que el neoliberalismo maquillado de caperucita quede expuesto en sus inhumanas intenciones, ante ese pueblo siempre perjudicado.

Hoy emergió una posible respuesta: desenmascararlos. ¿Cómo? Con pruebas. Con diálogos off the record. Con camaritas que los muestren en toda su perversión y estafa. Lindo sería tener semejante suerte como con el video registrado en Banco Provincia.

Bien sabemos que la derecha psicópata dice ser una cosa, y puertas adentro son y deciden todo lo contrario. Es parte de su estilo, mentir y engañar son fundamentales para su estrategia. Si dijeran lo que realmente piensan hacer, no lograrían apoyos populares. Básicamente, porque sus intereses están exactamente en el sentido contrario a los intereses de las grandes mayorías.

Sindicatos, indemnizaciones, seguridad social, ese cúmulo de derechos que hacen un poquito más justo el reparto de la riqueza, son uno de sus principales objetivos. Porque el patrón la acumula y al laburante sólo le queda el lomo quebrado y el bolsillo vacío en sus mejores sueños, si no fuera por ese error histórico llamado peronismo.

Si por ellos fuera, ni derechos, ni sindicatos ni respeto, ni Perón, y bien que lo intentaron. Nuestra primera prueba del delito: un video, y con audio. Imagen en picado, desde un ángulo de la gran habitación. En el centro: mesa de reuniones, y unos cuantos trajeaditos escuchando con devoción las indicaciones del mandamás.

Y ahí nomás, a cierta distancia pero con claridad, se escuchaba al funcionario de mayor jerarquía decir: "Créeme que si yo pudiera tener -y esto te lo voy a desmentir en cualquier parte-, si yo pudiera tener una Gestapo, una fuerza de embestida para terminar con todos los gremios, lo haría".

Era el Ministro de Trabajo Marcelo Villegas, de la Provincia de Buenos Aires de la gobernación de Vidal. Y en esa mesa -literal "mesa judicial"-, se estaba promoviendo el armado de causas contra dirigentes gremiales.

Así querían gobernar, y así lo hicieron. A tiempo el pueblo reaccionó y les quitó poder, pero su capacidad de engaño es monstruosa. Cuentan con las pantallas más potentes de la patria, lavan cerebros con una habilidad fenomenal, y aquí están los resultados.

Esto debiera ser escándalo nacional, placa roja, negra, violeta, lo que sea. Era 2017, Macri clavaba el cuchillo a fondo, así, de este modo. ¿No está en la tapa de todos los diarios? ¿No es placa roja?

Como diría la inoxidable Mafalda: “Me cachis".