El papa Francisco presidió este viernes 24 de diciembre la tradicional Misa del Gallo en la basílica de San Pedro del Vaticano en víspera de Navidad. Participaron del encuentro unos 1.500 fieles.

En la misma, el Sumo Pontífice llamó a ver a Dios en la pequeñez: “Dios no cabalga en la grandeza. La pequeñez es el camino que eligió para llegar a nosotros, para tocarnos el corazón y conducirnos a lo que es realmente importante”.

En ese sentido, pidió que “vayamos más allá de las luces y los adornos, y contemplemos al niño que en su pequeñez es Dios. Aquel que abraza al universo necesita que lo sostengan en brazos. El amor infinito tiene un corazón minúsculo. Dios viene al mundo pequeño, su grandeza se ofrece en la pequeñez”.

A su vez, recomendó preguntarnos “si sabemos acoger este camino de Dios” y expresó que “este es el desafío de Navidad. Dios se revela pero los hombres no lo entienden, él se hace pequeño en los ojos del mundo y nosotros seguimos buscando la grandeza incluso en nombre suyo”.

El altísimo indica la humildad y nosotros pretendemos brillar. Jesús nace para servir y nosotros pasamos los años persiguiendo el éxito. Dios no busca fuerza y poder, pide ternura y pequeñez interior, esto es lo que podemos pedir a Jesús para navidad: la gracia de la pequeñez”, continuó.

Explicó que “acoger la pequeñez significa en primer lugar creer que Dios quiere habitar las realidades cotidianas, quiere realizar en nuestra vida ordinaria cosas extraordinarias, nos invita a valorar y redescubrir las pequeñas cosas de la vida. Dejemos atrás los lamentos por la grandeza que no tenemos, renunciemos a las quejas y a las cargas”.

La siguiente celebración que estará presidida por el Santo Padre será el viernes, 31 de diciembre, a las 17:00. Además, el 6 de enero, se celebrará la misa de la Epifanía del Señor a la que nuevamente está convocada toda la Capilla Papal.