El padre Francisco "Paco" Olveira, referente del Grupo de Curas en Opción por los Pobres, dialogó en La Casa Invita sobre sus orígenes, su visión de la figura de Cristo y aseguró que en los tiempos que corren “hay que retomar el brindarnos al otro y a la otra”.

Oliveira nació en Málaga, España, y vive en Argentina desde 1987. Tiene a su cargo la Capilla Beato Enrique Angelelli y oficia el catolicismo, también, en el Barrio Eva Perón de Libertad en el partido bonaerense de Merlo.

“Soy de una familia católica practicante de clase media, nunca me faltó nada, pero mis padres nos educaron a los seis hermanos muy sencillamente y nunca se olvidaron de donde venían”, relató sobre su propia biografía y sus primeras aproximaciones a la fe religiosa.

Su abuelo era “anarquista y anticlerical”, tal como él lo definió, aunque se encargó de aclarar que “amaba a Jesús como modelo de hombre nuevo”. “Me enamoré de la misa campesina nicaragüense que habla de que Cristo se identifica con los pobres y no con los opresores, ahí se fue generando el deseo de pasar mi vida con ellos”, puntualizó.

Jesucristo, revolucionario político

“Si Jesús viniese, se repetiría la historia: de alguna manera le dirían comunista y marxista como si fuese una mala palabra”, sostuvo Olveira sobre la posibilidad de que Jesucristo viviese en la actualidad.

Descreído de la versión oficial, que asegura que Dios envió a su hijo a este mundo para morir y salvarnos, el sacerdote afirmó: “Yo no puedo creer en un Dios sádico”.

“A Jesús lo asesinaron por las acciones que tomó en su vida que tocaron al poder político y religioso de la época. Hoy haría lo mismo, se pondría en contra de los que fugan la guita, de los que aumentan indiscriminadamente los precios, le diría a los laboratorios que liberen las patentes”, señaló.

A partir de esa articulación politico-clerical, Olveira reflexionó acerca de dónde reside en la actualidad la institución por excelencia que organiza valores y formas de ver y entender el mundo.

Al respecto, aseveró: “Hoy los medios de comunicación generan una forma de pensar que avanza con el individualismo, con que el otro no es tu hermano sino alguien que nos pone en riesgo. Tenemos que retomar el tema de brindarnos al otro y a la otra”, concluyó.