La actriz de ¡Grande, pa! dialogó con Moria Casán en el nuevo programa que la vedette tiene en El Nueve, Moria es Moria, y contó aspectos nunca revelados sobre su vida privada.

En su nuevo show, que sale al aire cada martes, Casán entrevista a figuras de distintos ámbitos en un ambiente descontracturado.

Y este martes 21 de diciembre fue el turno de María Leal, la actriz que enterneció a una generación en los años 90 con su personaje en la exitosa tira ¡Grande, pa!, y que ahora forma parte del elenco de la multipremiada obra Brujas en el Teatro Multitabaris junto a la propia Moria, Thelma Biral, Nora Cárpena y Sandra Mihanovich.

Precisamente, sobre ésta última fue la revelación más picante que hizo Leal, que siempre se caracterizó por un bajo perfil.

Al comienzo de la entrevista, Moria presentó a Leal como "una invitada de súper lujo; una actriz descomunal, de una intensidad y una verdad que tengo el placer de disfrutar cada noche porque es una de mis brujas”.

La conductora también adelantó que no se iba a atener al cuestionario, como cualquier periodista o entrevistador: “El día que nos reunimos con el querido Luis Agustoni, el director de Brujas, cada uno contó su experiencia de vida con respecto al amor y al desamor, a la lealtad y la deslealtad. Vos y yo dijimos cosas muy fuertes. Yo conté que fui abusada por mi abuelo y vos dijiste: ‘Yo soy bisexual’", introdujo Casán.

A lo que agregó: "Contame cuándo descubriste ser lo que sos”.

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"Digámosle 'la chica'"

Así, Leal comenzó a compartir los aspectos más privados de su vida: “Yo me casé muy chica, pero me casé con mi ‘príncipe azul’, un señor de 1.92 metros de estatura, con piel siempre quemada por el sol, con ojos azules. Un día me dijo: ‘¿Por qué me amás?’. Y yo le dije: ‘Te amo porque sos un caballero en la mesa, sos un animal en el lecho y porque sos (Martín Rodríguez) Mentasti, yo soy actriz y porque tenés mucha plata. Y entonces me dijo: ‘¡Con vos me caso!’”.

En ese instante, Moria comentó, efusiva: ¡Héctor Ricardo García te perseguía con un avión! ¡Mucho lecho tiene esta! ¡Mucha sábana gastada!”. La actriz entonces se despachó: “García se agarró a trompadas cuando decían que yo estaba con una muchacha porque no quería que hablaran de mí”.

Con respecto a su matrimonio con uno de los dueños de Argentina Sono Film, dijo que "no habrá ninguno igual". "Yo creo que lo que me pasó frente a su muerte es que entendí que se me presentaban dos opciones: o resignaba mi amorosidad y mi sexualidad o me enamoraba de una mujer. Y me enamoré de una chica y estuve en una historia… Pensá que eran finales de los años setenta; no era fácil vivir esa historia y menos con dos hijitos”, continuó explicando.

“Me enamoré, y a partir de eso descubrí esa otra parte mía. Yo no me di cuenta. La chica canta”, siguió la actriz, al insinuar de quién se trataba la mujer de la que estaba hablando, a lo que Moria acotó, para que no quedaran dudas de que hablaba sobre Sandra Mihanovich: “La chica canta y donó un riñón”.

“Lo dijiste vos”, se atajó, firme, Leal, pero risueña. Y siguió: “Digámosle ‘la chica’ mejor. Íbamos a hacer una película juntas (Los miedos). Entonces Alejandro Doria (el director) me llevó a escucharla cantar a Satchmo (Louis Armstrong) a un sótano que estaba en la calle Agüero. Yo estaba destruida porque hacía dos meses que había muerto mi marido. Llegué ahí y la chica empezó a cantar y mi recuerdo es que la miraba y me empezó a molestar el cuerpo. No sabía bien qué me pasaba. Entonces salimos de ahí y Doria propuso que fuéramos a mi casa a tomar algo para seguir conversando. Fuimos a mi casa; llovía torrencialmente y hablamos, hablamos, hablamos. Me acuerdo que me senté en el piso, ella en el sofá, y Doria traía café, mate, whisky, lo que fuera. Iba y venía y nosotras hablábamos. De golpe, salió el sol. Había parado la lluvia, había salido el sol y ahí estábamos”.

"Estuvimos juntas seis años"

“Convivimos. Gracias a Dios, mis hijos iban a un colegio europeo, entonces todo estaba más cuidado. Los terapeutas me decían que tenía que esperar a que los chicos me preguntaran, porque darle información a un chico si no te pregunta es casi una agresión. Y el que me vino a plantear la situación fue el más chico, Lucas, en París. Tenía 19 años y hacía mil años que no estábamos juntas. Vino y me preguntó qué fue lo que pasó, cómo fue esa historia. Yo le conté todo y me dijo que estaba bien; entonces, lo agarré al grande, Juan, porque consideré que él también tenía que saberlo. Juan me dijo que nunca se le había pasado por la cabeza. Es que éramos dos chicas, muy jovencitas, y a los ojos de los demás éramos como amigas: jamás en la vida nada adelante de nadie”, explicó, e indicó : “Mis hijos pueden calificarme como mamá, pero no como mujer. Lo importante es saber quién es uno; qué hizo uno con su vida y no sentirse mal”.

Sobre su bisexualidad, la actriz de Atreverse y Resistiré indicó: “La diferencia es que las mujeres son para amar. Una ha hecho mucho deporte con el sexo y para el deporte son mejor los hombres. Yo nunca estuve con una chica sin estar enamorada. Para contar las chicas con las que estuve, me sobran los dedos de las manos. Para contar los hombres, quizá si usamos todos los dedos de las manos y de los pies de los que estamos acá presentes se aproxime a la cifra. Sí, viví”, comentó, en tono jocoso.

Por último, con respecto a cómo maneja su carrera, explicó: “Soy muy fóbica. No voy a estrenos, ni a reuniones. Soy más bien metida para adentro; leo mucho… Yo trabajo como actriz desde hace 55 años, no vivo como actriz”.