En su editorial, el periodista y conductor de El gato escaldado César Litvin analizó la carta publicada esta sábado por Cristina Kirchner. Sostuvo que el mensaje expresa un movimiento de la vicepresidenta que "se desmarca" del blanco de los medios y la oposición "para marcar la cancha".

En esta lógica, sostuvo que en el terreno "hay muchos jugadores y todos importantes". "Está la gente, el Congreso, los diputados, los senadores que deberán reafirmar cualquier acuerdo que se haga con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que tenga vigencia, porque así lo dice la ley".

La carta

Leí atentamente la carta de Cristina. Una vez más creo que expone con claridad todas las cuestiones vinculadas a la realidad que nos toca vivir. De dónde venimos, en dónde estamos parados y hacia dónde eventualmente podemos ir. Desde ese punto de vista es fantástico y aleccionador.

Frente a eso, era prácticamente obvio, de manual, que desde los sectores hegemónicos del periodismo y los sectores de la oposición iban a salir a decir que esto era una bravata. Un intento de desligarse de las decisiones que tiene que tomar el Gobierno. Una visión absolutamente negativa.

Por más que queramos, o imaginemos, y sigamos tendiendo puentes, del otro lado vienen y lo rompen. En esto hay una diferencia central. Por eso uno siente que está del lado correcto de las cosas. Y que inclusive hace muchísimo por establecer modos de conexión.

La verdadera grieta

No hay grieta más profunda, abismo más profundo, que el que separa a ese 40 por ciento de argentinos y argentinas que vive debajo de la línea de pobreza. Ni hablar de los que dentro de ese 40 por ciento están en la zona de indigencia.

¿Cuánto tiempo haría falta, cuántos años, cuánta acción directa y permanente para lograr que los que hoy viven en la indigencia puedan alcanzar niveles de desarrollo, de educación, de alimentación, de vida digna? ¿Cuántos serían los montos de dinero, de acción directa?

En definitiva, esas cosas rara vez se hablan, pero hay que plantearla en estos términos. Los grandes dilemas que tenemos son esos. Tienen que ver con cómo hacemos para construir con inclusión. Que es parte de la carta de Cristina.

Justicia social

Una vez más la carta pone la cuestión de la inclusión como un elemento central. Las banderas del Justicialismo histórico son la soberanía política, independencia económica y por sobre todas las cosas y primero que nada, justicia social.

Así, aparece la justicia social en una sociedad desgarrada. Fragmentada por los coletazos de programas y de modelos económicos que han destruido las fuentes de trabajo, las empresas, las pequeñas y medianas empresas. Todas las políticas que han permitido una excesiva y pornográfica concentración de la riqueza.

Acá son muchos y muchas las que terminan siendo víctimas de este tipo de políticas. Desde el campo popular las veces que se ha podido revertir o intentar revertir esa situación, se ha avanzado, pero lamentablemente al primer traspié, como fue el de 2015, se empezó a diluir.

Endeudamiento

Aquellas ventajas que inclusive señalaban personajes tales como el que después fue ministro, Dujovne cuando decía públicamente que una de las grandes rarezas lo llamaba él que era el bajo nivel de endeudamiento de la Argentina, no solamente del Estado, sino de las personas.

Una cosa que para él era una rareza, pero que abría una perspectiva interesante cuando hablaba para las inversiones. Además, este mismo personaje sacaba papelitos, lo mostraba en televisión, decía para no volver al FMI. Una cosa genial. Y terminó finalmente firmando el peor de los acuerdos posibles, básicamente por los resultados.

Una cifra astronómica de deuda, que es lo que vuelve a plantear Cristina como elemento central. Hay que entender que cuando hablamos de 57 mil millones de dólares el préstamo del FMI, realmente estamos hablando de una cifra astronómica, que qué difícil es de imaginar.

La oposición

A los neoliberales no les importan y la verdad, no les importa lo que dijeron ayer, lo que dirán mañana. Su objetivo es siempre es el mismo. Trabajan para consolidar un modelo de país, de economía, de sociedad, que le sirva a una X cantidad de gente.

Y el resto, el resto veremos, que se arregle como pueda. Este es el pensamiento neoliberal. Hace muchos años neoliberales, trabajan y lo hacen con toda la intensidad que pueden para construir un modelo de país para 10, 15 millones de personas que más o menos vivan relativamente bien.

Los que estamos enfrente de este tipo de ideas planteamos todo lo contrario. Queremos avanzar hacia formas inclusivas que le permitan a todos tener los niveles básicos de la dignidad humana que se necesitan para vivir. Y después avanzar en aumentar y nos permita vivir en sociedades con muchos mayores equilibrios de los que lamentablemente tenemos hoy.

Marcar la cancha

Cristina no se puede desentender aunque quisiera, porque ella también escribe lo que escribió. Porque así lo comenta muy claramente en los primeros párrafos de su carta.

La verdad que hace días se viene hablando de ella desde los operadores políticos, económicos, periodísticos, de lo que dice lo que no dice, de lo que quiere y lo que no quiere. Todo se supedita a a Cristina, lo cual es tremendo que ocurra y ella misma tiene que salir a desmarcarse.

Ella se desmarca para marcar la cancha, donde hay muchos jugadores y todos importantes. Está la gente, el Congreso, están los diputados, están los senadores que deberán reafirmar cualquier acuerdo que se haga con el Fondo Monetario Internacional para que tenga vigencia, porque así lo dice la ley.

Y después, bueno, están las distintas instancias políticas, los distintos actores políticos que tendrán que analizar seria y severamente las condiciones que va a tener el país para desarrollarse en los próximos años, una vez que firme el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.