A partir de este domingo a la noche, Israel cerrará sus fronteras a todos los extranjeros durante dos semanas. La medida se tomó a raíz de la aparición de un caso confirmado de contagio de Covid-19 con la nueva variante Ómicron.

Según las agencias internacionales, las autoridades detectaron la nueva variante en un caso confirmado y se investigan otros siete posibles contagios. Esta situación hizo que se realizara una reunión del Consejo de Ministros para determinar las nuevas restricciones:

  • Los viajeros que lleguen al país serán sometidos a un PCR en el aeropuerto de Tel Aviv, deberán repetirlo a los tres días y si no dan negativos, podrán dejar el aislamiento.
  • Aquellos israelíes que no estén vacunados deberán cumplir siete días de aislamiento y realizarse pruebas al inicio y al final del periodo.
  • Los extranjeros que logren un permiso para entrar deberán cumplir cuarentena en hoteles controlados por el Estado.
  • Los israelíes procedentes de países del listado rojo deberán permanecer en un hotel designado hasta que den negativo. Solo entonces podrán desplazarse a su domicilio para una nueva cuarentena de una semana.

También hay una "lista roja" de países del sur de África -donde se originó la variante- que estará prohibido volar. Y serán multados quienes incumplan.

Primer caso en Australia

Asimismo, en las últimas horas las autoridades sanitarias de Australia informaron los primeros casos de la variante Ómicron del coronavirus. La variante se registró luego de testear a dos viajeros que regresaron el sábado a Sydney desde el sur de África.

Ambos pacientes tienen el esquema de vacunación completo y se encuentran sin síntomas. Fueron aislados por 14 días; se procederá a estudiar su evolución y a testear a los 12 pasajeros restantes que viajaron desde el sur de África. También deberán aislarse los 260 pasajeros y la tripulación de la embarcación aérea.

La variante

La nueva variante B.1.1.529, nombrada como Omicron, fue identificada esta semana en Sudáfrica,y ya se encontraron casos en Alemania, Bélgica, Italia, Reino Unido y República Checa, además de Hong Kong e Israel.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que la situación es "preocupante".

En los últimos días, decenas de países, incluidos Estados Unidos y el Reino Unido, ya cerraron sus fronteras a las naciones del sur de África.