Un fiscal dispuso una nueva autopsia de Alejandro Nicolás Martínez, quien fue encontrado muerto en una celda de la comisaría de San Clemente del Tuyú y que, según el primer análisis forense, murió por "asfixia mecánica", lo cual disparó la investigación hacia un asesinato calificado que involucra a 9 policías de esa seccional.

La reautopsia se realizará el 2 de diciembre a pedido de los abogados defensores de los policías. De esta manera, los peritos de parte podrán estar cuando se haga esta nueva pericia sobre el cadáver de Martínez y realizar preguntas para eliminar todas las dudas que hayan quedado del informe preliminar que incriminó a los agentes.

El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, también había cuestionado el resultado de la autopsia. La principal duda es que no se hallaron -o al menos los forenses no las describieron- lesiones en el cuello que vincularan la muerte a una asfixia mecánica., es decir, a un estrangulamiento.

Por su parte, el fiscal Pablo Mascioli -quien está a cargo de la investigación en reemplazo del titular de la UFI Nro 2, Pablo Gamaleri, de vacaciones- accedió al pedido de las defensas.

Crimen calificado

Por la muerte de Martínez, nueve policías fueron detenidos por el delito de "homicidio agravado por ser cometido por un miembro integrante de la fuerza policial abusando de su función".

La Justicia tiene un plazo de cinco días desde el momento de su detención -el sábado pasado- para definir los pedidos de excarcelación.

Martínez fue asesinado en la madrugada del jueves de la semana pasada, luego de ser aprehendido en el Gran Hotel Fontainebleau de San Clemente, donde se hospedaba, por estar haciendo alboroto.

Fue llevado a la comisaría 3ra y, horas más tarde, fue hallado sin vida en una celda.

Tras la autopsia y las pruebas recolectadas, el fiscal Pablo Gamaleri solicitó el sábado la aprehensión de los nueve policías, a quienes indagó entre la tarde del domingo y el lunes por la madrugada.

Ocho de ellos se negaron a declarar, y el único que aceptó hacerlo aseguró que intervino en la detención tras un reporte de que el hombre "había hecho destrozos en la habitación del hotel" y "en todo momento decía incoherencias". También sostuvo que estaba "alterado" y que se defendió "a patadas" cuando lo bajaron del auto.

Tras las indagatorias, la causa fue remitida a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 del partido de La Costa, su fiscalía natural, a cargo del fiscal Prieto.