La organización ambientalista Multisectorial por los Humedales le envió una carta al presidente Alberto Fernández para solicitarle acciones concretas y “su compromiso” en el tratamiento del proyecto de ley para proteger los ecosistemas naturales.

El proyecto de ley de Humedales fue aprobado en 2020 en la Comisión de Ambiente y fue girada, luego, a la Comisión de Agricultura y Ganadería en el mes de noviembre de ese año, donde permanece hasta la fecha, sin tratamiento.

Ante la inminente pérdida de estado parlamentario, la agrupación ecologista de origen rosarino le manifestó a Alberto Fernández que no conciben un 2022 sin Ley de Humedales "ni una democracia donde quienes nos representan no comprendan cabalmente que no hay lugar para aquellos que no priorizan el bien común por sobre el interés individual".

"La degradación ambiental ha llegado a un punto tal que está afectando de modo directo la calidad de vida de millones de seres humanos. De pronto el agua vale más que el oro, tal cual dicta la razón. No habrá perdón para quienes no comprendan la premura y actúen a favor de los elementos más básicos de la vida. Esperamos confiados su apoyo y una sanción tardía, pero sanción al fin, de una ley de Humedales nacional", cierra el texto enviado al presidente Fernández.

En la lista de normativas pendientes del oficialismo, luego de la prórroga de las sesiones ordinarias del Congreso hasta el 31 de diciembre por parte del Poder Ejecutivo nacional, se encuentran la Ley de Humedales.

Presentada de forma reiterada desde el año 2013, en diciembre del año pasado se logró un documento unificado a partir de varios proyectos en la comisión de Ambiente, aunque luego no siguió su curso. Hoy la iniciativa está trabada en la comisión de Agricultura.

En Argentina hay más de 600.000 kilómetros de humedales, que abarcan el 21,5 por ciento de la superficie del país. La ley busca definir un inventario de estos terrenos, el establecimiento de presupuestos mínimos para su conservación, y el uso racional y sostenible de los mismos.

Los impactos del cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y los incendios sucedidos durante el último tiempo hacen que la conservación y el uso sostenible de los humedales en nuestro país -entre otros ecosistemas- se presente como una cuestión urgente.

“Nuestro humedal es uno de los más grandes del mundo, tenemos el gran privilegio de tener este gran caudal de agua dulce, de ahí la importancia la normativa que regule cuáles son las actividades adecuadas para ese ambiente y cuáles que producen un daño tal que ponen en riesgo la salud la población”, alertó Juan Camelia, integrante de la Multisectorial Humedales Rosario.

En ese marco, el integrante de la organización precisó que más de veinte millones de personas dependen del humedal y de su caudal para acceder a un recurso tan básico como el agua.

“El humedal le da de beber a 20 millones de personas en Argentina, el agua que tomamos depende del él.
Una normativa que proteja estos ambientes es vital para la supervivencia de la vida”, subrayó.