La abogada y directora de Asuntos Jurídicos del Senado, Graciana Peñafort, propuso una ley para sancionar los discursos de odio realizados en ámbitos públicos y que promuevan la discriminación y la deshumanización de personas con diversas identidades sociales. "Nos ponen en riesgo a todos, esos discursos ya provocaron varias tragedias", advirtió.

En diálogo con AM750, Peñafort afirmó que "los discursos de odio nos ponen en riesgo a todos" y que "ya provocaron varias tragedias en Argentina".

"Cargan balas contra nosotros mismos", remarcó Peñafort, quien responsabilizó a los referentes de la oposición por fomentar discursos estigmatizantes que después se materializan en hechos como el asesinato de Lucas González, adolescente de 17 años que murió en un caso de presunto "gatillo fácil" cometido por policías de la Ciudad.

La abogada aseguró que es momento que Argentina promueva con una ley que sancione las declaraciones en la esfera pública que promuevan la discriminación y deshumanización de personas con distintas identidades sociales. Además sostuvo que es necesario avanzar en la profesionalización de las fuerzas de seguridad.

"Hoy en Argentina mueren muchas personas por violencia institucional en manos de la policía. Nos hemos olvidado que la fuerza de seguridad están para cuidarnos, no para que le tengamos miedo", expresó Peñafort.

El caso de Lucas González

La abogada pidió "escuchar a los amigos de Lucas González decir que le tienen miedo a la policía porque siempre los maltratan es algo imposible de concebir en una sociedad". "Este es un problema sobre el que hay que reflexionar y encontrar una salida. No podemos acostumbrarnos", agregó. 

- La CORREPI reportó más de 400 asesinatos por parte de fuerzas de seguridad en lo que va del año. ¿Qué se puede hacer para cambiar esta situación?

- Yo creo que no solo hay que espantarse de los casos de asesinatos, sino de todas las denuncias que hay de personas que sufrieron violencia en manos de la policía, prácticas tan comunes como las torturas en cárceles o los maltratos cotidianos a los colectivos minoritarios. 

Me parece que no hay que solo conformarse con estar vivo. Lo que tenemos que hacer es que la fuerza de seguridad nos cuiden y nos protejan. Debemos trabajar para que dejen de ser una fuerza de peligro para la ciudadanía. Creo que básicamente el desafío es formarlos mejor.

Tengo la sensación que entre los que integran las fuerzas de seguridad hay un montón de personas que no hacen bien su tarea y creo que parte de eso tiene que ver con los modos en que los formamos. ¿Cuánto sabe un policía de derechos humanos o de práctica jurídica? ¿Cuánto saben de cómo manejarse en la calle? Un médico estudia más de cinco años para operar en un quirófano. No entiendo por qué como sociedad aceptamos que estos señores porten armas en nombre del Estado con menos de dos años de formación.

Tenemos un sistema de formación claramente deficiente que nos pone en riesgo como sociedad. Creo que hay que avanzar en eso y también creo que hay que cambiar las lógicas piramidales de la estructura de las fuerzas, porque parte de ese maltrato que tiene la sociedad por parte de las fuerzas no es muy distinto en el maltrato reciben los mismos integrantes puertas adentro de esas fuerzas, donde el abuso de poder se vuelve moneda corrientes.

- Sin embargo una buena parte de la sociedad reclama por más policías en la calle.

Esto es lo terrible. Cuando hablamos de un hecho de inseguridad imaginamos a una señora que le arrebataron la cartera pero una policía disparando también es un hecho de inseguridad. Ante los hechos de inseguridad, la sociedad pide más policías y tenemos una maquinita que produce agentes sin la formación necesaria. Hay que entender que el hecho de que un policía dispare también es inseguridad. El uso del arma de fuego es siempre la última opción de los policías. Eso deberían saberlo todos los agentes.

- Ante los casos de gatillo fácil, ¿qué responsabilidad le das a las declaraciones de distintos referentes de la oposición que, por la inseguridad, piden mano mano dura?

- Yo creo que es momento de dictar una ley que sancione los discursos de odio. Los discursos de odio hacen estas cosas. Crean un colectivo y legitiman la agresión contra ese colectivo. Estos dirigentes están vertiendo discursos de odio y estas son las consecuencias. Sus discursos parecen un título habilitante para cometer estas barbaridades. En Argentina debería haber una ley que nos resguarde de estos discursos y los sancione.

- ¿Por qué estos discursos interpelan tanto a una parte de la sociedad?

- Porque hay quienes creen que el mundo se divide en delincuentes y gente bien. Se olvidan de algo muy básico, los delincuentes son personas y como tales tienen derechos. Cuando alguien rompe la ley en Argentina, el castigo es el que otorga el Poder Judicial, no el que se le ocurra a la policía. 

Sin embargo, acá matan a los chicos y una parte de la sociedad no se moviliza porque ese discurso de odio que identifica a los delincuentes con los morochos que se visten de una cierta forma y viven en barrios vulnerables ha permeado la sociedad. Ese es el problema de los discursos del punitivo, legitiman esa violencia y después las personas presas de su discurso no se dan cuenta que ese discurso los pone en riesgo. El discurso de odio es cargar las balas de un arma que va a servir para disparar contra nosotros. 

- En tu Twitter tenés fijada una publicación donde mostrás la complicidad de algunos medios con la última dictadura cívico militar. El asesinato de Lucas González demostró una vez más el rol de muchos medios que se apresuraron a titular con falsas versiones de lo sucedido.

- El discurso de odio no es nuevo y ya provocó muchas tragedias en Argentina. Una de las más grandes fue la dictadura que se montó en el discurso de odio contra los chicos que militaban y hacían pasar por enfrentamientos con la policía cuando eran asesinatos y fusilamientos.

https://twitter.com/gracepenafort/status/621316282038751232

Y tengo esa publicación para mostrar la importancia que tiene la cobertura mediática de esos discursos. Durante la dictadura mucha gente creyó que estábamos en medio de una guerra y no había ninguna guerra, había Estado asesino. A

la muerte de Lucas la trataron de encubrir diciendo que fue un tiroteo entre los delincuentes y la policía y nos enteramos de la verdad gracias a que la familia salió a discutir esa versión policial.