El periodista César Litvin analizó, en su editorial del este domingo 21 de noviembre, el resultados de las elecciones legislativas. Sostuvo que el Gobierno tiene sobrados motivos para celebrar un triunfo aún en la derrota a nivel nacional. En este sentido, comparó el resultado de los comicios con la historia detrás del Día de la Soberanía y la trabajosa expulsión de la flota anglo-francesa con importantes bajas argentinas.

Día de la Soberanía Nacional

Este sábado fue el Día de la Soberanía, que no es un tema menor, aunque siempre se le ha quitado relevancia. Recuerda un episodio que está lejos de ser reivindicado por el mitrismo, porque fue un hecho que tuvo como protagonista político central a Juan Manuel de Rosas, que fue algo así como la expresión de 'lo peor de lo peor' para los sectores que triunfaron en Caseros.

Me puse a leer un poco sobre el tema y me di cuenta de todas las cosas que me había olvidado. Alguna vez las había leído, alguna vez las había manejado con bastante fluidez. Y no es solamente la edad la que me quita capacidad de de recordar, sino que simplemente la falta de intercambios permanentes sobre temas como este hacen que uno vaya perdiendo detalles.

Uno se acuerda de lo más trascendente, pero pierde detalle. Y el detalle no es menor porque tiene que ver con los motivos. Las razones de un conflicto que tiene que ver con las políticas expansionistas de los imperios de aquellos tiempos que buscaban, por un lado mejorar su posición estratégica en el mundo y en algunos casos, si era posible, terminar apoderándose de algunos territorios.

Lo cierto es que tropas embarcadas de Inglaterra y Francia en conjunto intentan en consonancia con los con los enemigos del gobierno de Rosas, que estaban en el Uruguay, socavar la soberanía nacional, ingresando a través del Río Paraná como pancho por su casa, como si fuera un lugar que le pertenecía. Y la Confederación Argentina plantea que eso no es posible.

Victorias y derrotas

Entraron y pasaron. Las tropas argentinas eran realmente muy débiles. La defensa fue básicamente en la zona de San Pedro, cercana a la Vuelta de Obligado. En el punto más angosto, unas cadenas con unos unos barcos que trataron de impedir el paso y lograron detener en definitiva, un tiempo en el avance de los invasores.

Pero finalmente estos pasaron. Así todo cuando se mandaron río arriba el hostigamiento y el enfrentamiento a lo largo de todo el recorrido que hicieron fue permanente, constante y finalmente todo ese intento resultó fallido. Tuvieron que volver con muchas bajas, sin haber logrado comerciar como ellos pretendían, bajando sus mercancías en distintos lados o puertos a lo largo del Paraná.

Y tuvieron que irse con la cabeza gacha, con las 21 salvas rindiendo homenaje a la bandera de nuestro país. Fue un hecho heroico. Hubo más muertos del lado nacional y se recuerda como una victoria. Y esto viene a cuento: este tema de victorias y de derrota que se festejan.

Elecciones legislativas

En el fondo no se festeja una derrota, sí se festeja no haber perdido de una determinada manera. Y eso fue parte de lo que sucedió el domingo pasado después de las elecciones.

Allí el resultado general en términos numéricos aparece, en principio, si medimos estrictamente la cuestión del voto, como que las fuerzas de la oposición en su conjunto sacaron más cantidad de votos que las fuerzas del oficialismo, pero en términos estrictamente políticos, de lo que estaba en juego, el oficialismo mantuvo su primera minoría en Diputados y sigue siendo mayoría en Senadores, aunque perdió el quórum propio, lo único que perdió.

Eso es muy importante. Es decir, el Gobierno estaba en perfectas condiciones de festejar o por lo menos de celebrar un resultado que no lo dejó fuera de contienda. Y hay que tener en cuenta y recordar la avanzada, el intento de destitución, de golpe blando, institucional o como uno quiere llamarlo. Que existió, fue real y no es producto de ninguna imaginación afiebrada.

Lo cierto es que los resultados no fueron ni tan catastróficos como se esperaba ni tan buenos porque no permitió un triunfo para aumentar nuestra capacidad legislativa, para poder impulsar cierto tipo de proyectos desde las cámaras.

Los desafíos

De acá en más queda por delante un camino largo a transitar. Creo que fue espontáneo que el domingo, cuando en el búnker del Frente de Todos el clima fuera el que este se vivió, un clima festivo.

Y me parece que esto es extraordinario, porque en el fondo las victorias, las derrotas en democracia van y vienen. Hay que ver cómo se mejoran las cosas para no tener que pasar por las zozobras que implican las derrotas.

Pero me pareció genial porque eso los volvió locos a los de la oposición. Y cuando digo lo de la oposición fue a los políticos y a los medios de comunicación, a los periodistas. La verdad son pequeñas satisfacciones que uno tiene que saber aquilatar como corresponde.