Mientras los canales de televisión anunciaban los sorpresivos triunfos de Gabriel Boric (izquierda) y Sebastián Sichel (centroderecha) en las elecciones primarias el 18 de julio de este año, el líder del derechista Partido Republicano, José Antonio Kast, oficializaba su candidatura para los comicios presidenciales de Chile de este domingo 21 a través de su cuenta de Twitter.

“Para recuperar el trabajo. Para defender a las PYMES (Pequeñas y Medianas Empresas). Para proteger a los chilenos. Para derrotar al comunismo”. Esa fue la carta de presentación de Kast ese día.

Con 55 años, es abogado, fue diputado y militó durante muchos años en la Unión Demócrata Independiente (UDI). Kast fue candidato en las elecciones de 2017. En esa ocasión obtuvo el 7,93% de votos, lo que representó el apoyo de más de 523 mil chilenos.

https://twitter.com/joseantoniokast/status/1416892206426824707?s=20

Kast comenzó su campaña abajo en las encuestas, pero paulatinamente fue creciendo, recogió respaldos de dirigentes que apoyaban al candidato oficialista Sebastián Sichel, y hasta la última medición ocupaba el primer lugar.

El candidato republicano reivindica, sin complejos, el legado del dictador Augusto Pinochet, al punto que en la última campaña electoral dijo que “sacando todo el tema de los derechos humanos” la dictadura chilena (1973-1990) fue más importante “para el desarrollo del país” que el primer gobierno de Piñera, entre 2010 y 2014.

También respeta a rajatabla los principales lineamientos programáticos de líderes derechistas como Jair Bolsonaro y agrupaciones políticas como Vox de España: es contrario a la despenalización del aborto y el matrimonio igualitario, menciona de manera recurrente el “plan globalista de George Soros” y ha presentado proyectos para frenar el ingreso de inmigrantes (en la última campaña propuso cerrar la frontera con Bolivia) y habló de hacer una “zanja” en la frontera.

El origen de la familia Kast

Su padre, Michael Kast Shindele, llegó a Chile en diciembre de 1950, con 26 años. Había sido combatiente del Ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial, cayó en manos del ejército estadounidense y en 1945 logró escapar de la prisión en Italia. Cruzó los Alpes y llegó a su pueblo, Oberstaufen, en el sureste de Alemania, donde conoció a su esposa, Olga Rist Hagspiel.

Se casaron ese mismo año y tuvieron dos hijos en Alemania, Bárbara y Miguel. Ya en Chile tuvieron otros ocho hijos, incluyendo a José Antonio, que nació en 1966.

Miguel Kast (1948-1983) es el hermano más conocido de José Antonio, al punto que todavía hay una fundación que lleva su nombre. En 1971 ganó una beca de la Fundación Ford para estudiar un postgrado en el Departamento de Economía de la Universidad de Chicago, donde conoció a varios economistas chilenos.

Este grupo de “Chicago boys” formados con Milton Friedman ocuparon luego cargos destacados durante la dictadura militar de Augusto Pinochet. Miguel estuvo en la Oficina de Planificación Nacional, en 1980 asumió como ministro de Trabajo y en 1982 fue designado presidente del Banco Central.

Murió de cáncer en 1983, con 35 años. Joaquín Lavín, exprecandidato del oficialismo, escribió su biografía en 1986, llamada “Miguel Kast: Pasión de vivir”.

Todos los candidatos

Principales propuestas de José Antonio Kast (Partido Republicano)

Un gobierno de “austeridad” es lo que promete el candidato del Partido Republicano. Por eso, prometió que si llega al gobierno se reducirá el sueldo a la mitad, disminuirá “significativamente” los sueldos y asignaciones de los principales cargos y bajará de 24 a 12 la cantidad de ministerios.

A lo largo de la campaña las líneas programáticas del candidato más de derecha han sido objeto de amplio debate.

“No soy extremo”, respondió Kast. Sin embargo, ha generado polémica con planteos sobre los migrantes, por ejemplo, un tema en agenda en los últimos meses. "Yo habría esperado que el Presidente tempranamente hubiese hecho lo posible, por ejemplo, con máquinas retroexcavadoras hacer una zanja y señalarle a la gente que quiere entrar de manera ilegal que hay un límite, que a veces no se nota en el altiplano", dijo Kast, al referirse a la frontera con Bolivia.

"Si usted hace una zanja de tres metros de profundidad y los cercos para que nadie caiga adentro y tampoco los animales, eso es factible y bastante económico", agregó.

En su programa de gobierno, Kast afirma que defenderá la vida “desde la concepción”. Por esa razón, anuncia que de llegar al gobierno derogará la “ley que posibilita el aborto” y reivindica “el derecho de las personas naturales y jurídica a la objeción de conciencia”.

El Estado “debe hacer todo a su alcance para proteger y fortalecer la familia, apoyando a los padres en su responsabilidad de cuidado y protección y educación de sus hijos”. Al respecto, los progenitores “contarán con un subsidio para acceder a la institución de educación de su preferencia”. En el programa, señala que todo niño tiene derecho a “tener un papá y una mamá”.

En esa línea, Kast propone ofrecer “incentivos económicos a las parejas casadas”, con planes de salud, reducción de la carga tributaria y modificando la legislación sobre la herencia.

Además, propone eliminar el Ministerio de la Mujer y transformarlo en representaciones horizontales internas de cada ministerio.

El candidato del Partido Republicano asegura que no tiene “ningún problema con el mundo homosexual” porque respeta “profundamente la dignidad de las personas”, pero luego aclara: "cosa distinta es cuando se hace un lobby permanente para influir en las personas".

Anti-radicales de izquierda

En otra parte del programa Kast plantea una “coordinación internacional anti-radicales de izquierda”. “Lo que está pasando en Colombia no es casualidad”, dijo en referencia a la serie de movilizaciones sociales que hubo este año. “Se repite el modelo del estallido antisocial en Chile. Nos coordinaremos con otros gobiernos latinoamericanos para identificar, detener y juzgar agitadores radicalizados”, se dice en el documento.

Por otro lado, propone dotar al Presidente de la República para que, en un Estado de excepción “pueda tener la facultad "de interceptar, abrir o registrar documentos y toda clase de comunicaciones y arrestar a las personas en sus propias moradas o en lugares que no sean cárceles ni estén destinadas a la detención".

En materia internacional, plantea romper relaciones diplomáticas con Cuba y Venezuela, no participar del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y respalda la idea de la supremacía soberana, porque las decisiones que toma el país están por sobre instancias o tratados internacionales.