La historia de Lucas González, el joven asesinado por la Policía de la Ciudad en un nuevo caso de gatillo fácil, es la de muchos adolescentes que tienen el sueño de jugar al fútbol. Nacido en Florencio Varela, a sus seis años ya había comenzado a jugar en Racing Club. Admiraba a Lionel Messi y tenía decenas de amigos que ayer se mostraron conmocionados por el brutal crimen.

Lucas era habilidoso con la pelota. Tras un pase Defensa y Justicia a Barracas Central, a los 17 años se ganó la camiseta número 10 de la Sexta División del club al que este miércoles había acompañado a sus amigos para que se prueben. Cuando regresaban en el auto, fueron perseguidos por oficiales de la Policía de la Ciudad de civil que los encerraron y les dispararon: una de las balas impactó en su cabeza.

El sueño de Lucas era jugar en Primera División y sus padres, Peca y Cintia, hacían todo a su alcance para que así fuera. Ya había jugado algunos partidos para las categorías superiores, Quinta y Cuarta, un símbolo de sus capacidades futbolísticas. Su ídolo era Lionel Messi, de quien exhibía una remera en sus últimas fotos en su cuenta de Instagram.

Lucas era un 10 habilidoso, como su ídolo, aunque él mismo era el ejemplo a seguir de sus hermanos menores de 8 y 12 años. Este jueves un nuevo caso de gatillo le arrebató no solo sus sueños, sino la vida.

El crimen de Lucas González

Lucas Gonzálezel joven de 17 años baleado por la Policía de la Ciudad en la cabeza durante una persecución en el barrio de Barracas, murió este jueves por la tarde en el Hospital de Alta Complejidad "El Cruce Néstor Kirchner" de Florencio Varela luego de permanecer 24 horas internado. La familia denuncia que fue gatillo fácil.

Emmanuel López, tío de Lucas González, dijo esta tarde en medio de un pedido de Justicia por su sobrino asesinado por gatillo fácil, que "no queremos que esto le pase más a ningún otro chico porque esto pasa todos los días".

"Estamos cansados de lo que nos pasa a los jóvenes. Lucas había perdido a familiares y amigos, por robos. A uno de sus amigos por robarle lo dejaron inconsciente. Se pierden muchos adolescentes por la inseguridad que hay en las calles", aseguró su amiga Rebeca desde la puerta del hospital El Cruce, de Florencio Varela, donde estuvo internado Lucas y donde murió esta tarde.

Guillermo Poletti, el abogado de la familia de Lucas González, el joven que murió luego de recibir dos tiros por policías de la Ciudad vestidos de civil, señaló este jueves que lo único confuso del hecho fue "el tiempo que se tomó para tergiversar la realidad", para que los agentes acusados "logren impunidad".

Gatillo fácil: la reconstrucción del ataque a Lucas González

Poletti confirmó que Lucas y sus cuatro amigos habían salido del entrenamiento en Barracas Central, donde jugaban en la sexta división, rumbo a sus casas en Florencio Varela.

Se detuvieron a comprar un jugo en un kiosco, cuando fueron interceptados por un Fiat Siena con policías de la Ciudad de civil.

Uno de los oficiales, sin identificarse, les apuntó con el arma desde la ventana. 

La versión que distribuyó la fuerza de seguridad porteña es que los agentes de la Comisaría Vecinal 4C creyeron que los jóvenes iban a cometer un robo, cuando bajaron a comprar un jugo.

Sin embargo, la realidad fue totalmente distinta: Poletti dijo que el amigo de Lucas que manejaba se asustó al ver a una persona de civil apuntádole y volanteó para esquivar el Fiat Siena y escapar de la situación.

Luego, los policías dispararon. No fue una persecusión, sino que los jóvenes en el escape buscaron ayuda y se detuvieron al encontrar a oficiales de la Policía de la Ciudad.  

"Le dispararon a mi amigo, me quieren robar", reconstruyó Poletti el pedido de auxilio del amigo de Lucas.

"En ese momento, llega el Siena, bajan los efectivos y les ponen precintos a los chicos y los detienen", contó el abogado de la familia de Lucas. "¿Si hubiesen estado cometiendo un ilícito van a ir buscar a la policía?", agregó Poletti.