El coordinador nacional de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) y presidente del Mercado Central, Nahuel Levaggi, celebró el dictamen favorable que obtuvo en tres comisiones el proyecto de Ley de Acceso a la Tierra. "El sueño de la tierra propia para el campesino está cada vez más cerca".

El proyecto elaborado por la UTT busca facilitar el acceso a créditos destinados a la adquisición de inmuebles rurales y construcción de viviendas. Además, la ley busca impulsar un desarrollo rural ambiental, social y económicamente sustentable.

"Hoy la mayoría de los productores no son dueños de la tierra que trabajan. De convertirse en ley, este proyecto puede tener un impacto muy importante en la planificación de la producción", sostuvo Levaggi en comunicación con La García. "Nos permitirá transformar el modelo alimentario para que los vecinos y vecinas reciban alimentos sanos a mejor precio", agregó.

Tras el dictamen favorable el proyecto ya está listo para tratarse en el recinto de la Cámara de Diputados. "Ahora comienza el trabajo de hormiga de generar consensos con todos los bloques para tratar de que nos acompañen", completó el coordinador de la UTT.

El proyecto

El proyecto de ley propone crear una línea de créditos para que los productores de la agricultura familiar puedan comprar tierras rurales. Por otra parte, apunta a crear un banco de tierras, es decir que el Estado destine parte de las tierras públicas ociosas a ser vendidas mediante ese sistema de créditos blandos.

Para la asignación de los créditos propone un sistema de puntaje, que otorgue prioridad a mujeres solteras con hijos, así como a los jóvenes, a quienes tengan conocimientos previos de producción agroecológica y a quienes residan dentro del mismo municipio donde estén ubicadas las tierras a adquirir.

A su vez, el proyecto dispone que quien reciba un crédito quede obligado a cumplir con una serie de condiciones, como reducir progresivamente el uso de agrotóxicos. Otras imposiciones consisten en residir en el predio comprado, trabajarlo en forma personal, mantener indiviso el terreno, no alquilarlo, venderlo ni transferirlo por un período de 20 años.