Mario y Cintia González, los padres de Lucas, aseguraron esta noche que no van a parar hasta que los asesinos de su hijo "paguen por lo que hicieron". Quebrados de dolor, ambos agradecieron también a los medios de prensa porque de ese modo los ayudaron a contar la verdad sobre lo que había ocurrido con Lucas, un caso de gatillo fácil.

"Quiero agradecerles de todo corazón lo que provocaron ustedes, somos gente humilde. No tengo palabras para agradecerle a la prensa", dijo Mario, y pidió un aplauso para los medios que estaban en la puerta del Hospital El Cruce, de Florencio Varela, donde todavía estaba el cuerpo de Lucas porque su familia donó sus órganos.

"Nunca imaginé yo, un pibe de barrio, llegar a oídos de un presidente y que nos atienda, gracias doctor Alberto", se emocionó, en referencia al presidente Fernández, que se comunicó con ellos.

Mario también agradeció al Municipio de Florencio Varela y a las autoridades del hospital: "Mi hijo estuvo de 10 estrellas, nos faltó llevarlo para casa", dijo el papá. "Pero, me regaló que desde arriba se está haciendo justicia", sostuvo.

Y aseguró: "No va a ver ni un Lucas más porque vamos a seguir pidiendo justicia".

En tanto Cintia, su mujer, se quebró: "Mi idea era llevarme a mi hijo a mi casa. Pero bueno, la Policía me lo mató. No voy a descansar hasta que ellos paguen. Nos arruinaron la vida".

Y concluyó: "Tengo dos hijos y no tengo fuerzas para nada... Llegar a mi casa y que me diga: 'Ma,  mañana entreno. Ma, ¿me vas a ir a ver jugar? ...