"A ninguno de mis compañeros les pasó tener que cubrir toda una conferencia con una mano en el culo", lamentó Mariana Romero, una periodista de Tucumán que fue a cubrir las elecciones primarias en la Casa de Gobierno de su provincia y en plena labor, sufrió de abuso sexual. Por "miedo", porque sabía que debía volver a ese lugar en las generales, en su momento no lo denunció. Pasó el tiempo y este domingo durante los comicios legislativos, otra compañera vivió un episodio similar en el mismo lugar.

En las PASO, el Frente de Todos en Tucumán se quedó con casi el 50 por ciento de los votos, y la lista que apoyaba el en ese entonces gobernador Juan Manzur, que se postulaba como senador suplente, ganó la interna. El búnker de Lealtad Peronista fue la propia Casa de Gobierno y allí se amontonaron los periodistas que fueron a cubrir el discurso victorioso del actual jefe de Gabinete.

Romero estaba trabajando para Los Primeros TV como el resto de sus compañeros, en medio del tumulto del Salón Blanco, donde según relató, el partido hizo "entrar a muchas personas que no eran trabajadores de prensa". "Fanáticos que estaban ahí solo para aplaudir. Cuando el gobernador empezó a hablar, ellos se mezclaron con la prensa", describió.

En ese momento, sintió que alguien la manoseaba "de una manera tan fuerte y descarada" que pensó que era alguna de sus compañeras intentando acomodarle algo en el bolsillo trasero. "Pero no se detenía. El amontonamiento era tal y yo con las dos manos ocupadas, que no podía darme vuelta", contó.

Y continuó: "Al final me liberé una mano y agarré la que me estaba manoseando. Me di vuelta y lo vi, el tipo me miró de frente sin expresión alguna. Yo le tenía la mano agarrada por la muñeca. Lo insulté, pero no creo que me haya escuchado con el discurso atronando por los altavoces".

Lo soltó e intentó escuchar el discurso de Manzur "hasta que el tipo me apoyó", indicó y agregó: "Me aleje como pude. Al rato, me puso una mano en la nuca y así terminamos de escuchar el discurso del gobernador", siguió. El manoseo llegó hasta su entrepierna.

https://twitter.com/MarianaR31/status/1460717066768592897

"Encerrada entre tres"

Romero se animó relatar lo que le pasó después de que una colega, Carolina Ponce de León, periodista de Radio Universidad, denunció un hecho parecido en el contexto de las elecciones generales, tan solo dos meses después, en el mismo salón del edificio estatal. “En un momento, fui encerrada por tres personas. Una me metió la mano por adelante, otra por atrás, yo me puse la cartera entre las piernas para frenar esto un poco", contó a El Tucumano.

Y siguió: "En eso, a una de estas personas se le enganchó un anillo en un gancho que tiene mi cartera. Me daba tanta vergüenza la situación, quería llegar hasta donde estaban mis compañeras que se dieron cuenta de que algo me pasó por mi cara, me puse a gritar”.

Me puse a gritar que porque tanta gente, que hay Covid, y quizás no era la forma, pero tenía tantas cosas adentro mío… estaba el ministro Agüero Gamboa ahí, y yo iba por detrás gritando para contarle al Ministro pero no pude hablar con él. Ahí les conté a las chicas lo que había pasado, y justo escucharon otras personas que reaccionaron diciendo que nosotros (la prensa) no teníamos por qué decidir quien estaría en el Salón Blanco. Una señora me gritó que yo era irrespetuosa y mis compañeras me defendieron. Me preguntaron que podían hacer, yo dije que no me iba a callar ante ese manoseo, entonces hablé con personal del salón y me respondieron que era imposible controlar a tanta gente”, describió.

Tras el terrible episodio, Ponce de León realizó la denuncias. Una en la Comisaría Nº1 de San Miguel de Tucumán, y otra en la Unidad Fiscal de Integridad Sexual. De acuerdo al escrito al que accedió AM750, la periodista aseguró que siguió avanzando entre el tumulto. "Yo quería llegar donde estaban mis compañeros para sentirme resguardada. Es como que se hubiese detenido el tiempo en ese momento. Mis compañeros me vieron mal cuando llegué", comentó.

Luego de su descargo en Twitter, a modo de respaldo a su colega, Romero también realizará la denuncia penal correspondiente. Al contar su fuerte testimonio, afirmó que en ese momento no contó lo sucedido "porque sabía que iba a tener que volver al Salón Blanco y no quería volver con miedo a que me pase lo mismo".

"Espero que cuando a las compañeras mujeres" les pase, "nadie vuelva a minimizarlo" porque "se nos mete en la cabeza que no es importante y que somos unas histéricas", advirtió y cuestionó: "Estas cosas a nuestros compañeros varones no les pasan".

Casos de abusos en la política de Tucumán

No es la primera vez que la política de Tucumán es repudiada por casos de abuso sexual y situaciones de violencia de género. De acuerdo a una recopilación que realizó Revista Crisis, hay al menos siete funcionarios y políticos que fueron partícipes de episodios de agresión sexual.

José Orellana, intendente de Famallá, está procesado por el delito de abuso sexual tras la denuncia de una trabajadora de la Cámara de Diputados en 2016. El exgobernador de Tucumán y senador, José Alperovich, fue acusado de violación por su sobrina y ex colaboradora. En la actualidad se encuentra de "licencia" de su banca del Senado.

Bruno Romano, concejal del PJ por la ciudad de Alberdi, fue denunciado por violencia física hacia su expareja, causa por la que fue absuelto en julio 2020, y por no cumplir con la cuota de alimentos. El legislador por Fuerza Republicana, Ricardo Bussi, hijo del genocida Antonio Bussi, está acusado de abuso sexual y robo de identidad.

Lupe, la víctima del legislador, contó en una entrevista con AM750 que vive oculta tras la denuncia ya que sufre de constantes amenazas y ataques.

Antonio Estofan, vocal de la Corte Suprema de Justicia, fue denunciado por acoso laboral por una empleada judicial en septiembre de 2020. Washington Navarro Dávila, titular del Ministerio Pupilar y de la Defensa, afronta causas por acoso laboral y violencia de género a una empleada. Carlos Najar, intendente de las Talitas, fue denunciado por su expareja por violencia de género.