En su columna de este miércoles 17 de noviembre, la historiadora y periodista Araceli Bellota repasó, con motivo del Día de la Militancia, la historia del derrocamiento de Juan Domingo Perón, su conducción desde el exilio y posterior regreso.

"Siempre el peronismo, desde su nacimiento en 1945, tuvo líneas internas", comenzó Bellota, que remarcó que esto nunca fue trascendental ya que "Perón las condujo" hasta que estuvo "muy cerca de la muerte".

El exilio

Perón había sido derrocado en 1955 por un golpe militar autodenominado Revolución Libertadora. Y en ese tiempo, obligado al exilio, Perón vivía en Paraguay, Panamá, Venezuela, República Dominicana. Y finalmente recaló en España, que es desde donde estaba regresando.

Mientras tanto acá en la Argentina, el Gobierno de facto sometió a juicios y condenas a decenas de dirigentes peronistas, muchos de los cuales fueron confinados en distintas cárceles del país, incluido el penal de Ushuaia, que fue reabierto para castigarlos.

Se sancionó el decreto 4.161 y uno que prohibía un uso público de los símbolos asociados a Perón y hasta la misma mención de su nombre. Se dispuso la intervención de la CGT, de donde además desapareció el cadáver de Eva Perón, que fue trasladado en forma clandestina a un cementerio que los devolvían recién en 1971.

Así y todo, lo de mayor crudeza fueron los fusilamientos 1956 después de que fracasara el levantamiento del 9 y 10 de junio de ese año. Y ahí fueron fusilados el que es el movimiento general de Juan José Valle y además otros 30 ciudadanos entre los que se contaba el civiles que fueron ultimados en un basural en José León Suárez.

La resistencia

Ahí comenzó lo que se conoce como la resistencia peronista, es decir, diversas acciones que realizaba en distintos sectores peronistas para pedir el regreso de Perón, el fin de la producción de peronismo, el fin de la represión y el fin de las dictaduras y las pseudodemocracias que se iban sucediendo siempre con el peronismo proscripto.

Estoy hablando de que las casas y los barrios de todo el país se convirtieron en unidades básicas. Las fábricas en centros de resistencia, donde los estudiantes de la facultad se unieron a la lucha. Esto puso en jaque la dictadura de Juan Carlos Onganía.

Y también surgieron organizaciones como Montoneros, que 1970 secuestró al general Aramburu, que era que había fusilado y también desaparecido el cadáver de Evita. Eran grupos mayormente de jóvenes que ante la imposibilidad de participación política hicieron la vía global, influidos además por el clima de época con la Revolución Cubana.

Durante esos dieciocho años fueron miles los y las militantes de distintas generaciones que se fueron sumando esta resistencia y muchos de ellos dieron la vida, aún después de la muerte de Perón en 1974. Los 30 mil desaparecidos, por lo que reclaman todavía hoy las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

La conducción

Todo ese enjambre de militancia lo conducía Perón desde el exilio, a miles de kilómetros, en tiempos en los que no existían ni celulares y redes ni WhatsApp, lo hacía por cartas, por mensajes grabados, por directivas enviadas a través de dirigentes que podían viajar a Madrid.

De esta manera se logró, por ejemplo, que ganara el voto en blanco en la Constituyente de 1957. Así fue también un modelo el voto en blanco en la elección de Arturo Illia en 1963. Y todo esto se logró por una tremenda militancia, que también tenía una clara conducción.

Y esto nos estaría sirvieron para hoy. ¿Quiere decir que no había conflictos internos, entonces, el peronismo? Siempre el peronismo de su nacimiento en 1945, tuvo líneas internas. El tema es que había que conducirlas. Perón las condujo hasta que regresó muy cercano a la muerte.

Augusto Timoteo Vandor propuesto el peronismo sin Perón, fue en una línea que finalmente Perón logró conducir. Después la juventud de las formaciones especiales, que pretendieron compartir el liderazgo. Claro que había conflictos internos.

El regreso

Finalmente ese 17 de noviembre de 1972 a las 11 de la mañana, Perón piso tierra argentina en un día lluvioso que quedó registrado por la famosa foto de Perón con los brazos en alto el pie del avión junto al presidente de la CGT José Ignacio Rucci que lo cubría con su paraguas.

Cuatro días después convoca a las principales fuerzas políticas, incluida la Unión Cívica Radical, para conformar un gran frente y que se llamó La hora del pueblo. Este encuentro multipartidario, encabezado por el peronismo, invitado el radicalismo, tenía como fin restaurar la democracia.

Perón estuvo poco más de un mes aquí. Después visito Paraguay y regreso a Madrid y este gran encuentro multipartidaria puso fin al intento de Lanusse con el Gran Acuerdo Nacional y que obviamente fracasó y este fue el comienzo de la democracia 1973.