En su columna, Fernando Borroni reflexionó sobre el resultado de las elecciones y la derechización de la sociedad.

Quiero retomar el debate que se ha dado acerca de si la sociedad argentina se está derechizando. Me parece que es un debate muy interesante, sobre todo porque no hay una verdad única y no hay una idea y una síntesis ya consensuada. 

Uno se pregunta si la sociedad argentina se está derechizando por el crecimiento de fuerzas como la de Milei o la de Espert.

Es importante afirmar que la decisión electoral de un pueblo no determina un sentir profundo ni una sentencia de como está mirando la sociedad sus vínculos, su economía o su cultura. Las elecciones no nos ubican automáticamente de un lado del otro. 

Está claro que el voto a Juntos por el Cambio es un voto derechizado, pero por sobre todo es un voto que busca diferenciarse.

Es un voto que se presenta como el anti: el anti peronismo, el viejo gorilismo. Es un voto que está compuesto por sectores que representa una mirada de clase pero también por un voto de una clase media que siempre fue contraria al campo nacional y popular y que vota a estos sectores en contra del peronismo. 

Milei, sin embargo, está casi hasta por fuera de eso. Milei es el antisistema. La discusión ideológica entre derecha e izquierda son menores para el universo de Milei.

La derecha suele cooptar a las instituciones para reprimir libertades y cortar derechos. La derecha acepta la democracia, aunque sea en la forma.

La respeta como instrumento electoral que legitima su gobierno y luego le va bajando la intensidad. El antisistema que representa Milei detesta las instituciones. Quieren que las instituciones desaparezcan. 

Es un régimen más visiblemente autoritario que el de la derecha más tradicional. El antisistema se constituye como una forma de hacer política, pero desprecia la política.

Para los Milei no deben haber reglas porque ellos creen que es la única manera para que "el hombre león" pueda ser libre.

En cambio la derecha si acepta reglas. Para ellos las reglas deben existir para ordenar a la sociedad bajo sus intereses. La derecha te impone un orden desigual y autoritario. Los antisistema generan un desorden y ese caos, es su potencialidad. 

No sabemos si esto es tenido en cuenta por la sociedad al momento de elegir, lo que si sabemos es que el motor de los antisistema y de la derecha es el odio y la despolitización. Una sociedad de derechiza cuando el campo nacional y popular multiplica derechos para los más humildes. Suena contradictorio, pero es así.

Hay un sector de la sociedad que se consolida en la derechización cuando ve que las clases populares crecen, o sea, cuando el campo nacional y popular se fortalece. Casi que la derecha es una reacción a las libertades inclusivas. El antisistema pone en discusión todo porque se constituye por fuera.  

Una sociedad también se derechiza por el odio de clase, se derechiza por ignorancia política, se derechiza por deseo de pertenecer a un lugar del cual no forma parte y se derechiza por un desequilibrio emocional.

Milei tiene que ver con esto. Hoy la Argentina no está derechizada, tiene los viejos actores de siempre, pero hay un sector que se los quiere llevar puesto. Va a durar lo que dura y vale lo que vale.

Son construcciones mediáticas que hacen política pero que tenemos que luchar para que no la determinen.