Garbarino viene atravesando una crisis financiera con una acumulación de deudas que superarían los 4.600 millones de pesos.  En este marco, la empresa de electrodomésticos comenzó este viernes a enviar telegramas de despido a 1.800 trabajadores, y al tomar conocimiento el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria para retrotraer la situación por 15 días.

La decisión del actual dueño de la cadena, Carlos Rosales, sería cerrar todos los locales, mantener algunas tiendas de Compumundo, y un plantel de 1.000 trabajadores.

Cuando el gremio que nuclea a los trabajadores de comercio tomó conocimiento de la intención de la empresa, pidió intervención al Ministerio de Trabajo Nacional quien dejó sin efecto los despidos, y convocó a una nueva instancia de acuerdo entre los propietarios  y la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS).

En el comunicado que efectiviza la conciliación obligatoria, la cartera de Trabajo aclara que "se realizaron las medidas pertinentes para promover una solución pacífica y legal al conflicto planteado, en el marco de la competencia de esta autoridad".

Pedidos a la empresa

El ente nacional le informó a Garbarino, que “en caso de haber efectuado los despidos denunciados, debe retrotraer la situación a la existente con anterioridad al inicio del conflicto, dejando sin efecto los despidos producidos por el plazo que dure el presente procedimiento conciliatorio, otorgando tareas en forma normal y habitual a todo su personal, como así también abstenerse de tomar represalias de cualquier tipo con el personal representado por las organizaciones sindicales y/o con cualquier otra persona.